Cada ocasión pide un vino, como lo pide cada mesa, como lo pide cada plato. La elección no es trivial, en ella está el saber y el placer. El saber elegir el adecuado para cada situación y el placer de ver como tus invitados disfrutan tanto de loa deliciosa mesa como de la adecuada selección de vinos. Estos son cuatro que deberías tener anotados y buscar para esas comidas o cenas más informales pero que requieren que demuestres tu buen gusto. Magníficos y auténticos vinos con la garantía de éxito de esos caldos que gustan a todos los paladares y alegran los mejores momentos.
Y por supuesto vinos también para esos instantes en los que uno prefiere prepararse un buen plato sin demasiada seriedad y disfrutar de una buena película en la tranquilidad del hogar, o para una improvisada y romántica cena en pareja a media semana. Vinos para esas pequeñas deliciosas ocasiones en las que uno se siente dichoso y feliz, para muchas veces.
De la bodega Viña Luparia, un pequeño gran vino blanco que se bebe solo. Afrutado y sencillo, ligero, fino e inofensivo. Se produce en toledo, en Corral de Almaguer, solamente con uva airén. Tiene ese don de acompañar discreta y alegremente, sin más protagonismo que el que le otorga el dice placer de su paladar. Y sin lamentaciones, tan sólo 11,5º. Encontrarás en él aromas cítricos y de flores blancas.
Este segundo vino de la bodega de Valdepeñas Viña Luparia es joven y aromático. Un genial y equilibrado coupage de syrah y garnacha en el que encontrarás geniales aromas a violeta y regaliz. Con 13,5º, su cuerpo y paso en boca permiten disfrutar de este vino criado cuatro meses en barrica de doble francés en cualquier momento, con una inocente sonrisa en los labios.
La séptima cosecha de este A mi manera de la Bodega Contador se anuncia como el más serio de todas las añadas. Serio de apreciar, un gran vino joven, fresco y frutal, muy natural, de Tempranillo en un 94% y garnacha un 6%. Encontrarás en él un vino puro con notas de frutas rojas y aromas a regaliz y finas hierbas. Com su propio nombre indica, para ese placer del vino, a tu manera, a tu ritmo, con tu tiempo, pero que se remolienda beber rápidamente una vez descorchado, para apreciar todos sus matices en plenitud.
Ese vino perfecto para el picoteo, para el queso y la carne, para una parrilla, para un momento informal para con buen paladar. Con notas de regaliz, café y chocolate a los que preceden aromas de frutar roja y mora, el D-12 / 2012 de Bodegas LAN es un imprescindible para los amantes de la proteína y de las celebraciones con los amigos. Un agradable y gran vino con un largo final.
Directos al paladar. Productos tan deliciosos como difíciles de encontrar “cocinados” o embotellados, en series limitadas, bajo la vigilancia de los expertos más selectos.