¿Quién dirige tus actos? ¿lo correcto o el beneficio?
Hacer lo correcto, simplemente porque es lo correcto, es el primer paso para convertirte en alguien honorable, y además sentirte bien contigo mismo.
Constantemente tomamos decisiones de cómo actuar en múltiples casos, personales y profesionales, y la pregunta que aquí te lanzo es, ¿sobre qué parámetro o principio te basas para tomar una u otra decisión? Para simplificarlo, de entre las múltiples posibilidades que he elegido, dos principios o guías por las que podemos inclinarnos, hacer algo, porque es lo correcto, o hacer algo porque nos reporta un beneficio.
Sí, ya me imagino que estás pensando que hay muchos casos, en los que se pueden dar ambas posibilidades, es decir, que hacer lo correcto, además aporta un beneficio, y efectivamente es así, incluso me atrevo a decir, que según mi punto de vista, hacer lo correcto, siempre aporta un beneficio, aunque éste sea a largo plazo. Ahora bien, no me refiero a esto, me refiero a las ocasiones en las que, o es lo correcto o recibes un beneficio. Te pongo un ejemplo, vas a entrar en el cine, y ves que no hay nadie controlando la entrada, desconoces el motivo, pero el caso es que no hay nadie, ¿qué haces? ¿compras la entrada aun sabiendo que nadie va a darse cuenta? ¿o entras sin comprarla ya que nadie vigila? Este es un ejemplo como de tantos otros que tenemos en nuestras vidas, tal vez éste sea muy claro, y en nuestra aventura diaria los encontramos más sutiles, pero vale como muestra.
En ocasiones, hemos hablado de que lo que haces y sobre todo, por qué actúas de esa manera, moldea en quién te conviertes. Y también hemos hablado que nuestros actos, más que nuestras palabras, son el modelo de comportamiento que nuestros hijos moldearán, y en lo que se convertirán probablemente. Por lo que por éstas y muchas más razones, lo que dirige tus actos, es de vital importancia. Por que no es cuestión de si alguien se entera o te ve, tú te ves, tú te enteras, y eso marca absolutamente la diferencia, una total diferencia en quién eres, en cuál será tu futuro.
Te invito a que desde hoy, pongas total conciencia en qué valores y principios rigen tus actos y decisiones, y de este modo, desde la base, podrás más fácilmente gestionar e incluso predecir tu comportamiento, y en consecuencia tus resultados. Porque así es como funciona, nuestros resultados son la consecuencia de nuestros actos, estos lo son de nuestros pensamientos, y cómo pensamos está determinado por nuestros principios y valores, además de nuestras creencias de lo que debemos o no hacer.