Cuéntame un cuento dulce.

Érase una vez 5 cuentos que, al leerlos, dejaban el agradable regusto de un cuento dulce.

Los cuentos clásicos están llenos de princesas, hadas, brujas malas y manzanas envenenadas además de príncipes azules y héroes de cualquier color; claro que el mundo ha cambiado desde los tiempos en los que se escribían esos cuentos porque, además, ¿quién dijo que los cuentos eran sólo cosa de niños? Son en realidad un modo corto y sencillo de contar una historia, un pequeño relato que puede incluso encerrar un mensaje (no diremos moraleja porque no nos sentimos Samaniego ni nos creemos fabuladores, somos, a lo sumo, opinadores). Y de entre los ‘cuentos’ (por no dejarlo en escritos breves) que hemos publicado en el último año, nos quedamos con cinco que de sabor intenso y agradable porque sus notas sápidas son las de un cuento dulce.


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