El brunch, en el Mandarin.

Es un día perezoso. En el que, por fortuna, no suena el despertador y si lo hace, se apaga con alevosía. En domingo no importa levantarse tarde, moverse a otro ritmo y salir a la ciudad con otra sonrisa. Para mantenerla durante toda la jornada, qué mejor plan que un buen desayuno, que comienza tarde y enlaza con un almuerzo temprano. El brunch, como todos ya lo conocemos, ahora se sirve en el Mandarin Oriental de Barcelona.

Es a partir de las 11.30 horas, con una puesta en escena divertida y apto para parejas, grupos de amigos y familias. A todos les encantará. Suena música en directo y se saborea una carta suculenta, variada.

Como los huevos de payés estrellados con jamón ibérico, los mini steaks con patatas fritas o el buffet de ensaladas: verdes, crujientes, de pasta fresca, de cereales así como la completa selección de embutidos ibéricos con tomates ecológicos. También es posible degustar arroz mar y montaña o con bogavante, deliciosas bruschettas, pancakes o creps. Los postres caseros suponen el broche perfecto. Y luego a recorrer Barcelona con la sonrisa marcada en el rostro.

Su precio es de 39 euros e incluye una copa de bienvenida de cava así como cafés y aguas. Los adolescentes de 12 a 17 años, 29 euros, y los niños hasta 12 años, 19 euros.

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