Henessy Paradis Imperial, Cognac de Zares.

Edición limitada y numerada, para celebraciones tan especiales como el cumpleaños de un Zar.

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Sofía Dorotea de Würtemberg nació en Sxcxecin, Polonia, en 1759. Atractiva, políglota, elegante, con catorce años ya se la contaba entre las candidatas al matrimonio con el que sería el próximo Zar de Rusia, Pablo I, hijo de Catalina II de Rusia, que finalmente tomaría por esposa a Guillermina de Hesse-Darmstadt, mayor que ella. Era 1773.

Ocho años antes, en 1765, el irlandés Richard Hennessy se establece en Cognac, Francia, en las tierras con que Luis XV le paga sus servicios de mercenario. Allí pone en marcha un negocio de licores entre los que su hijo James incluiría la producción de Cognac en 1774.

En 1776, Guillermina de Hesse-Darmstadt fallece al dar a luz al primer hijo varón y también muerto del zarevich. Sofía Dorotea de Würtemberg tiene entonces ya edad suficiente como para ser su segunda esposa, se convierte al iglesia Ortodoxa y se la conoce desde entonces como María Fiódorovna. Juntos tendrían diez hijos, el primero al poco de casarse, en 1777,  Alejandro I, que se convertiría en Zar tras el asesinato de su padre Pablo I en 1801, aunque también su tercer hijo, Nicolás I, llegaría a ser Zar.

En 1819 Alejandro I de Rusia y Rey de Polonia, celebraba su cuarenta y dos cumpleaños. Para la ocasión María Fiódorovna encarga a la bodega francesa de Cognac James Hennessy & Co, “Un Cognac excelente, añejo, de color dorado y de la más fina calidad” cuya elaboración James Hennessy encarga a Jean Fillioux. Era el comienzo de la leyenda de la que hoy es la más antigua bodega de cognac.

193 años después de aquel especial pedido y bajo la tutela de la octaba generación Hennessy y la séptima de Fillioux, Yann Fillioux, Maître des Chais, elabora este Paradis Imperial sofisticado y brillante, con un ligero tono de roble, aroma a jazmín y azahar, y leves ahumados, elegante y sutil para el que se han empleado algunos de los mejores aguardientes del XIX de la bodega, con un magnífico color magnificado por la botella diseñada por Stéphanie Ballini que se inspira en el origen de un pedido singular, en la Corte Imperial Rusa, con tapón de cristal y una placa de oro de 18 kilates con la marca.

Una edición limitada, cada botella, única y numerada, ronda los 1.600 euros, y sólo cinco han llegado por ahora a españa. Unicamente para celebraciones tan especiales como el cumpleaños de un Zar.

http://www.hennessy.com/

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