¿Todavía no has comido en Figarilla?
Figarilla es la taberna andaluza que te hará vivir Madrid como si todavía estuvieses de vacaciones en el sur.
Figarilla es el puerto de Isla Cristina, así se le llamaba al menos allá por el S.XVIII, y es también un restaurante que se presenta en Madrid como la mejor freiduría andaluza; fritura y palmas, dicen a modo de subtítulo, y nos tientan a probar sus frituras aunque su carta va más allá de ellas. Está en la Avenida de Concha Espina y si bien las frituras son el eje central de su carta, no faltan entre sus propuestas ricos moletes, sopas frías ni tampoco las clásicas raciones para compartir (calamares, cazón…).
Figarilla es, más que un restaurante, una taberna andaluza que abrió su cocina en Madrid el pasado mes de julio y que, si no la has probado todavía, te va a alegrar la boca en esta vuelta al cole y al trabajo del mes de septiembre porque, como no podía ser de otro modo, riega su rica carta andaluza con vinos de Jerez.
Gazpacho, salmorejo andaluz, papas aliñás, ensaladilla rusa con atún, mojama con almendras, boquerones en vinagre, queso payoyo, carne mechá, coroquetas de pringá, gambas con pil pil, molletes de Antequera de pringá y pimientos asados, de paletilla de los Pedorches con tomates y AOVE o de carne mechada, dorada a la roteña, espetos de sardinas, atún en manteca, carrillera ibérica al Montilla Moriles, magro con tomate y patatas fritas, secreto ibérico a la plancha o pinchitos morunos… ¿postre? poleá con chocolate y picatostes, helado de mango de la Azasrquía malagueña con granizado y virutas de chocolate o mostachón de mojito con helado de coco. Marida, además, tu menú alguna de las 30 referencias de vinos nacionales o con vermú Lustau, todos se sirven por copas.
Todo este disfrute gastronómico y todo este ser feliz por la boca gozando con la cocina andaluza tradicional acompañada de sus mejores vinos tiene lugar en un espacio moderno, luminoso y acogedor, en un restaurante cuyo interiorismo se basa en materiales naturales y piezas de artesanía, en el que el estilo andaluz deslumbra en sus azulejos y enamora desde su imponente barra alicatada en verde aguamarina oscuro y acabada en mármol.