El Anciano Rey de los Vinos.
Cuentan que Alfonso XIII se acomodaba de cuando en cuando junto a la barra...
Cuentan que Alfonso XIII se acomodaba de cuando en cuando junto a la barra, nadie le veía llegar, tampoco marcharse … dicen que gustaba de ir y venir así, discretamente, dando vida y uso al otro Madrid, el que permanece callado y oscuro bajos nuestros pies, también bajo el Palacio Real y junto a la Catedral de la Almudena, en el Anciano Rey de los Vinos.
Vinieron después los tiempos de la República y el Anciano perdió al Rey incluso en el nombre … para recuperarlo más tarde, y mantenerlo hasta hoy, más de 100 años después de que Luis Montón abriera sus puertas, de que Constancio atendiera su barra, primero al mandado de Luis, para regentar y hacer suyo al Anciano Rey años más tarde.
Hoy son Belén y Alejandro quienes sirven el vino dulce del anciano con su galletita de yema, algún pestiño o una torrija de vino, que es época; también puedes decantarte por un vermouth, la clásica caña o algún que otro caldo de su bodega … y puedes quedarte a comer al calor de una cocina que mantiene el buenhacer de antaño con nuevos detalles de 100 años después.
Así conviven en su carta los tradicionales callos a la madrileña, el solomillo al vino dulce o el pulpo a la gallega, con el regalito de toro o los cogollos del anciano … el del toro con pimientos del piquillo y los de Tudela con ahumados del mar, así, por la gracia de Alejandro en su cocina, lugar en el que, sin duda, él es el rey más que el anciano, y de Belén en el local, el que fuera antes de su padre Constancio y antes aún del Sr Montón.
Ubicado en un emplazamiento único, de los más bellos de Madrid, en la castiza calle Bailén y al amparo de un Palacio y una Catedral está el Anciano Rey de los Vinos, un local tan especial y único como su emplazamiento, un lugar con el bouquet de lo añejo, de lo vivido, de la historia y las historias, de los avatares y estilos de los años y el siglo … con el aire de los nuevos tiempos y las nuevas ideas, del humor y la risa de sus nuevos dueños y sus buenos tiempos. Una taberna de visita obligada.
El Anciano Rey de los Vinos, en QDQ
El Anciano Rey de los Vinos