Madrid en agosto se come de Bocaboca.

Madrid está la mar de rico también en agosto y el restaurante Bocaboca, una de las novedades gastronómicas de la capital en 2018, pone mucho de su parte para que sea así; se trata de un restaurante de acogedora decoración, ideal para el clásico e irrenunciable tapeo de verano. Y si hablamos de tapeo hablamos, por supuesto, de croquetas, las de Bocaboca son de las mejores que podrás degustar en Madrid aunque no son, ni mucho menos, el único plato interesante de su carta.

Junto a las croquetas (que son líquidas y de jamón ibérico de bellota) tampoco falta entre los entrantes la ensaladilla ni los chipirones encebollados ni tampoco la cecina auténtica entre otros apetecibles bocados como el rosbeef de vaca vieja o la morcilla de cebolla con huevo; la ensalada verde con verduras y quinoa o la menestra de verduras al dente con jamón ibérico y huevo son dos magníficas opciones de la huerta que abren boca y menú para dar paso al plato fuerte: si eres amante del pescado, te encantará el bacalao desalado con manitas de cerdo y también el arroz con carabineros; si eres más de carne que de pescado, el chuletón de vaca vieja será toda una tentación, una tan irresistible como el solomillo de cebón o la costilla de rubia gallega.

Bocaboca organiza su espacio en dos zonas claramente diferenciadas, una de restaurante como tal y otra de barras y tapas, son dos espacios tan diferenciados que funcionan incluso con diferentes horarios: la zona de tapas comienza el día a las 12:30 de la mañana y lo cierra cuando el reloj marca la hora bruja, las 12 de la noche, aunque la barra permanece abierta hasta las 2 de la madrugada; la sala del restaurante sirve comidas desde la 1 del mediodía y hasta las 4 de la tarde y cenas desde las 9 hasta las 11 de la noche (las 12 si hablamos de viernes o sábado).

Te recomendamos que vayas siempre con reserva pero si quieres dejarte caer el día menos pensado, ten en cuenta que cierran los domingos por la noche y también los lunes.