Te presentamos la nueva y espectacular destilería de The Macallan en Escocia.

Será el próximo mes de Junio cuando la nueva destilería de The Macallan, junto a su nuevo centro de visitantes, abra sus puertas; su ubicación es, y no podía ser otra, la histórica de The Macallan, Easter Elchies, cuna de este firma espirituosa desde 1824; la destilería lleva en funcionamiento desde el pasado mes de diciembre  mientras el centro de visitantes lo estará a partir del próximo 2 de junio.

El grupo Edrington, al que pertenece The Macallan junto a otras firmas espirituosas como Brugal o Cutty Sark, ha invertido en la firma de whisky escocés en los últimos años nada menos que 500 millones de libras, casi 570 millones de euros, de los cuales unos 160 millones han ido a parar a esta nueva destilería y centro de visitantes en la que descansa ahora el mejor whisky single malt, en barricas de roble de vino de jerez.

Este proyecto resulta excepcional desde muchos puntos de vista, tanto a nivel arquitectónico como el espirituoso porque este nuevo espacio de whisky single malt presenta una estructura imponente en la que, además de las míticas barricas de roble de vino de jerez, encontramos nuevos e imponentes alambiques que, a pleno funcionamiento, pueden hacer que The Macallan llegue a triplicar su producción de whisky respecto a la que mantenía hasta 2017.

Hay además dos aspectos que hacen de esta nueva destilería, a tan solo 400 metros de la antigua, que la hacen única en el mundo: cuenta con una estructura de madera en el techo con más de 1.800 vigas simples, 2.400 elementos adicionales de techo y más de 380.000 componentes individuales creando la estructura de techo más complicada del mundo; y, por si esto fuera poco, esta nueva destilería es sostenible y responsable con el medioambiente: el 95% de la energía que utiliza para funcionar procede de fuentes renovables.

La zona de Escocia en la que The Macallan tiene su casa es un rincón del mundo con alto valor paisajístico, lo que hacía de este proyecto una aventura también con tintes naturales, el resultado, obra de Rogers Stirk Harbour + Partners, no ha podido ser mejor: una destilería excepcional en su funcionalidad, imponente en su estructura y perfectamente integrada en el maravilloso entorno que ocupa. Es un lugar, sin duda, que bien vale una visita… y una cata (de whisky).