The Arts Theater Club. El secreto mejor guardado del Soho es un pub de gangsters.
Si te decimos que el secreto mejor guardado del Soho londinense es el pub de la célebre pareja de gangsters que formaban los hermanos Kray... ¿cómo te quedas?
Los hermanos Kray tenían un pub en el Soho y relaciones con lo más granado de la sociedad de los 50 y los 60 no sólo europea sino también americana, contaban en su círculo con gentes como Frank Sinatra o Judy Garland… claro que eso no impidió que dieran con sus huesos en la cárcel en el 68 ni que fueran condenados a cadena perpetua un año más tarde porque su lista de crímenes y delitos, que incluía varios asesinatos, era terrible…
Pues bien, pasado tanto tiempo como para que ambos hermanos hayan pasado a mejor vida, alguien ha tenido la idea de hacerse con el que fuera su local y reabrirlo recuperando la cara bella que se vivió en este pub allá por los años 50 y 60; era el tiempo en el que las estrellas del teatro londinense se pasaban por el pub de los hermanos Kray a tomar una copa al terminar la función… Hoy en día es un club privado que permite acceso a quienes no son socios, puedes hacer tu reserva en su web y así te aseguras de no tener problemas para acceder.
¿Qué tiene de encantador este pub además de su historia? su decoración, sin duda, evocando un tiempo ya pasado y con un aire vintage y empolvado que conquista; pero también sus cócteles; la carta de cócteles de este nuevo pub londinense -The Arts Theater Club- es innovadora y creativa, sugerente y muy evocadora porque mantiene tradiciones que lo fueron ya en tiempos de la ley seca, por ejemplo la costumbre de servir los cócteles en porcelana china o en coquetos juegos de té tan propios de los ingleses.
También podrás acompañar tus cócteles con algo para comer, la carta de The Arts Theater Club es tan sugerentes como los cócteles que sirve y tiene cierta inspiración victoriana lo que suma un punto más al local que ofrece, en realidad, un viaje al tiempo de los hermanos Kray, toda una aventura espirituosa que pondrá el colofón perfecto a una visita a la capital británica.