Del tradicional croissant francés al brunch neoyorquino. Fonty evoluciona con una nueva apertura gastronómica.

Fonty es el referente de la alta pastelería parisina en Madrid. Su local de confitería en la calle Castelló 10 tiene calidad, personalidad y modernidad y para muestra: sus deliciosos hojaldres, sus croissants de mantequilla (que también se pueden elegir rellenos) y postres como tartaletas de limón y merengue italiano o los mousse de chocolate negro rellenos de frambuesa, por enumerar sólo dos. Todo un lujo para los paladares más selectos.

Pero ahora han decidido trasladar todo ese buen hacer a un nuevo local que va a ampliar la oferta gastronómica. Su pretensión es convertir el nuevo Forty, que se ubica en la calle Juan Bravo, 41, en un restaurante “informal” donde poder disfrutar de un menú continental pero abierto también para desayunos y almuerzos.

Se puede degustar desde un delicioso desayuno tradicional a un brunch (que ya se ha convertido en un referente en Madrid), pasando por una comida o una deliciosa merienda. Además pretenden ampliar el horario más adelante para saborear la misma calidad en cenas.

El alma mater de la marca es la chef checa Marie Valdez, que se ha formado en las mejores escuelas y restaurantes de Paris, y habiendo recorrido medio mundo quiere trasladar la mejor oferta gastronómica de otros lugares a este nuevo concepto de restaurante. Marie, que dirige el Fonty de Castelló, también se encargará de supervisar el nuevo restaurante, seleccionando cada ingrediente y la ejecución de las recetas. Su objetivo sigue siendo el mismo: que los que entren se sientan como en casa y transmitir una atmósfera de modernidad y sofisticación.

Podremos degustar un brunch delicioso, quiches tradicionales o versiones novedosas de otros países, sandwiches provenzales, hamburguesas o platos de comida española pero versionados por las influencias de Europa, América Latina o Asia.

La decoración se basa en un concepto que conjuga los tradicionales bistrós parisinos con elementos industriales que evocan otros locales más modernos, londinenses o neoyorkinos, y algunos detalles escandinavos.

En pleno barrio de Salamanca, un placer para todos los sentidos.