Restaurante Beker6: Sabores de Armenia en el Paseo de la Castellana.

El Paseo de la Castellana y sus aledaños se empeñan, y con éxito, en mantenerse como el auténtico epicentro y referente gastronómico de la capital. El último ejemplo lo encontramos en la calle Hermanos Bécquer, donde abrió sus puertas hace algunas semanas Beker6, un restaurante que viene a cubrir con maestría las pocas oportunidades que tenemos en España de disfrutar de auténtica comida armenia.

Pero se equivoca quien piense que se trata de un establecimiento 100% armenio. Como sus propios dueños afirman, es «un tributo a la cocina de temporada con guiños a lo mejor del recetario de nuestro país». Es decir, cocina de autor, con ingredientes de altura y la posibilidad de combinar tapeo y raciones clásicas con platos más comunes como las habitas salteadas con langostinos o los lomos de jurel sobre patata machacada; o con deliciosos bocados del Caúcaso como el Mulligatawni (pollo deshilado con una salsa de curry, arroz y chutney de pera) o el curry rojo de pescado blanco y almejas con arroz de jazmín (precio medio, 35 €)

Imposible no destacar su decoración. El estudio Cousi Interiorismo se ha encargado de crear un espacio que mezcla la calidez de un bistró francés con el ‘chic mid-century’ de Nueva York. Los tonos azules destacan sobre los blancos, con aguamarinas y una bonita selección de cuadros con ilustraciones de cartelería de época, combinados para que sea acogedor pero sin recargamiento, lo cual es de agradecer en tanto que el local no es excesivamente grande.

Con la llegada del buen tiempo han abierto una terraza en plena calle, pero también cuentan con una pequeña barra separada del local que permite un picoteo sin necesidad de ocupar una mesa, así como para un relajado ‘after work’.

Todos los domingos, Beker6 ofrece un brunch que incorpora una amplia carta de zumos y cócteles, así como panes y bizcochos caseros que pueden acompañarse con otras elaboraciones propias como los clásicos huevos benedictinos, el roastbeef con su guarnición o el clásico sándwich mixto, entre otros.

Una buena elección para los amantes de la cocina armenia o quienes quieran adentrarse en los mágicos sabores del Caúcaso. La jefa de sala, hija de los propietarios, explica con mucho encanto cada plato y su elaboración, así como indica siempre tres o cuatro propuestas que hay a diario fuera de carta. Por cierto, si quiere rematar la comida con un postre 100% típico, no se pierda la naranja confitada ‘a la armenia’, es decir, con confitura de la propia monda. Para chuparse los dedos…