Armand de Brignac. El champagne más brillante.
El espumoso francés más celebrado se presenta en botellas de oro, plata y zafiro... cosas de Armand de Brignac.
Se acerca el momento estelar del cava y el champagne, el tiempo en el que no hay hogar en el que falte al menos una botella del espumoso más elegante y burbujeante porque se acerca el tiempo de los brindis y los mejores deseos.
Cierto es que tanto cava como champagne han demostrado ya que dan para mucho más que un brindis y no son pocas las ocasiones en las que sirven de acompañamiento al menú completo además de coronar su final pero, en todo caso, es precisamente su aire lujoso y elegante lo que hace del champagne una bebida diferente.
El champagne no existe desde siempre ni todos los vinos de fermentación similar pueden llamarse así, es una denominación de origen única de la región francesa de Champagne que, además de compartir con esta bebida espirituosa su nombre, fue pionera en su invención. Así fue como comenzó la historia que lleva el champagne hoy a nuestra mesa.
En esta época del año, y en un alarde de elegancia y ganas de comenzar un nuevo año del mejor modo, el champagne llega a unas y otras mesas, tanto a aquellas en las que ya estaba como a otras en las que se le reserva lugar destacado en Navidad, y lo hace para acompañar o culminar el copioso menú; claro que, aun quedándonos en el champagne francés, en el original y originario de la región francesa en la que nació, las opciones no son pocas. Hoy os proponemos una que es de lo más brillante: Armand de Brignac.
Armand de Brignac es un lujoso champagne que se presenta en tres variedades igualmente artesanales y contenidos todos en botellas a cada cual más sorprendente: Brut Gold, Rosé y Blanc de Blancs.
Armand de Brignac Brut Gold es el referente de esta maison francesa, fermentado a partir de variedades Chardonnay, Pinot Noir y Pinot Meunier wine, su bouquet es suntuoso, con notas florales y ligeramente cremoso. El Rosé es un lujo si cabe superior al Brut Gold en cuanto a que produce incluso en menor cantidad, en él es el Pinot Menunier junto a los matices de frutos rojos lo que lleva al champagne a su tonalidad oscura, su sabor afrutado y su deslumbrante botella casi fucsia. Blanc de Blancs por su parte es uno de los champagne más raros del mundo y el de menor producción de Armand de Brignac, un Chardonnay que no llega al 5% del total anual de esta brillante maison de Champagne. De paladar seco, etéreo y complejo, este champagne de sabor afrutado y floral se presenta en una botella de tono plantino con etiqueta en plata vieja, un lujo de apariencia vintage y brindis incomparable.
Si quieres sorprender a tus invitados esta Navidad de la vista a la boca, pon una botella de Armand de Brignac en la mesa y sirve las copas…