Latas de sardinas con diseño ilustrado.

Un antiguo piloto de aviones llamado Adriano Ribeiro, es el alma detrás de José Gourmet, una firma especializada en conservas de productos portugueses que se diferencia del resto gracias a un catálogo en el que destacan sus envases. Y es que pocos pueden presumir de tener una cajas tan bonitas, con ilustraciones maestras que hacen aún más apetecible abrirlas.

De ello se encargan ilustradores lusos como Bernardo Carvalho, Marta Madureira, Inês Oliveira o Rui Mendonça. Cada uno aplica su propio estilo para representar una sardinas ‘petingas’, ventresca de atún o filetes de trucha en escabeche. En total, una docena de ellos comandados por un socio de Ribeiro, el también dibujante Gémeo Luís.

El equipo de José Gourmet selecciona los productos directamente de pequeños productores. De este modo, se aseguran no solo la calidad, sino que se establece una relación honesta en toda la cadena de comercio. De hecho, presumen de no discutir el precio que le ponen los artesanos, «igual que nuestros clientes no lo hacen con nosotros en las tiendas». Forma parte de su pasión por la calidad entendida también como parte de una relación de igual a igual.

Frutas recogidas a mano crean sus mermeladas. Bonitos pescados uno a uno, sus conservas de este manjar. Y el mejor destilado, también embotellado con mimo, sus licores. Y en cuanto a vino, su catálogo es todo un viaje por Portugal, en botellas negras y estilizadas en las que el logo aparece en un pequeño cuadrado de color flúor. Así, Alentejo, Douro, vinho Verde… se suceden invitando a la cata.

Las latas se acompañan de recetas creadas por el cocinero Luis Baena. Están pensadas tanto para adultos como niños, y se incluyen en las cajas que unen varios modelos de conservas, creadas también con un diseño especial que permite disfrutar de las ilustraciones y sin necesidad de dañar al medio ambiente, puesto que son recicladas y biodegradables.

En España, los productos José Gourmet están disponibles únicamente en Gusto de Vinho, una tienda en la calle Ayala, 88 de Madrid.