Paco Roncero reinventa el Chinchón.

El chinchón, ese anís que parecía demodé y reservado solo a las largas tardes de juegos de naipes entre señoras de bien, muestra su lado más sorprendente y rompedor en Estado Puro, el gastrobar castizo de Paco Roncero.

Siguiendo la filosofía del local, que homenajea en cada rincón a la España más folclórica revisitiéndola de glamour, el Estrella Michelín ha confiado a su bartender la difícil tarea de ir un paso más allá y actualizar una bebida alejada ya de las cartas de bar.

Dana Moreno crea tendencia con su mixer elaborando tres cócteles que son pura esencia y ejemplo de un país de tradiciones que evoluciona sin perderlas. No solo actualiza el anís Chinchón, también su hora de consumo, siempre asociada a la sobremesa: «Chinchón es perfecto para disfrutar en cualquier momento del día, ya sea en el aperitivo, después de comer o como maridaje en una cena». Si este maridaje se hace, además, con las creaciones de Roncero, llevadas a cabo por el chef Alfonso Castellano, el resultado será un rotundo éxito.

Así, el combinado «Tente en pie», a base de Chinchón, cava, naranja y zanahoria, bien puede sustituir al clásico vermú o la caña de mediodía acompañado de un delicioso corte de foie, unas anchoas del Cantábrico o unas patatitas con ali oli.

La suave ensaladilla rusa, los tigres o el pollo al gin tonic también se «chinchonizan» con un cóctel que mezcla anís, limas y compota de kumquat mientras que el postre, unos deliciosos pestiños, se degusta con una «relaxing cup of Chinchón». Con o sin baraja de cartas a mano, uno puede eternizarse saboreando esta última mezcla de anís y chocolate blanco.

Estado Puro viene a corroborar una nueva filosofía que parece ir cambiando el fenómeno de la mixología moderna. ¿Nos chinchonizamos?