Doble con hielo en Baxter Inn.

Elegir entre su carta de whiskies no es tarea sencilla. Y no porque no la escondan precisamente, ya que ocupa una enorme pizarra justo detrás de la barra, sino porque para el amante de este destilado puede llegar a ser apabullante el tener que decantarse por apenas uno de todos los que ofrece (alrededor de 300, sólo de las principales marcas). Es sólo la guinda del que está considerado uno de los mejores bares del mundo: el Baxter Inn, en Sidney (Australia).

Presumen de no tener listas de admisión y de no reservar mesas o taburetes a nadie. «Todo el mundo es bienvenido», aseguran; aunque siempre y cuando se vaya de lunes a sábado y a partir de las 4 de la tarde, que aquí no se madruga. A cambio, una sonrisa perenne en los empleados del local, con los que poder hablar durante horas de whisky, Escocia, destilados…

No hay combinado que se les resista y a todos saben darle un toque personal a gusto del cliente. Además, aquellos que prefieran otro tipo de bebida no deben dejar de ir. Desde una cerveza a partir de 6 € a un tinto ‘vintage’ de 200 €/descorche, hay de todo.

Está situado en los bajos de un edificio histórico y resulta difícil ver el local a medio gas. Son muchos los que acuden buscando un Manhattan perfecto, por lo que, mientras se espera, qué mejor que hacer tiempo comiendo ‘pretzels’. Las galletas saladas con forma de lazo son otra de las características del local: no faltan y siempre son gratis, como los cacahuetes. ¡Cuidado, son adictivas!