Don Giovanni regresa al Teatro Real.

Es la cuarta vez que el Teatro Real de Madrid recibe a Don Giovanni, y la primera que acoge la versión de Claus Guth. Se trata de una de las adaptaciones de la ópera de Mozart más aplaudida desde su estreno en el Festival de Salzburgo. Era 2008 cuando el escenógrafo Christian Schmidt diseñó el bosque de abetos donde el disoluto protagonista de la pieza apura sus dos últimas horas de vida.

Entre los días 18 de diciembre y 10 de enero, el coliseo madrileño ofrecerá quince funciones de la producción concebida por Guth para la Staatsoper de Berlin hace doce años. Aunque el director ha modificado varios detalles de la puesta en escena y varía los elencos de cantantes que encarnan al resto de personajes, el barítono británico Christopher Maltman (Don Giovanni) y el bajo-barítono hispano-uruguayo Erwin Schrott (Leporello) interpretan de nuevo al dúo protagonista de Salzburgo. Y es que la complicidad y el macabro vínculo de ambos refuerzan el drama y la aspereza de la representación. Ivor Bolton se sitúa al frente del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real.

Don Giovanni es la segunda colaboración entre Mozart y Lorenzo da Ponte cuya complicidad se remonta Las bodas de Fígaro, compuesta en 1785 y estrenada en Viena al año siguiente sin demasiado éxito. Sin embargo, a finales de ese mismo año, la ópera viajó hasta Praga. Allí fue tan enormemente aplaudida que estuvo en escena durante varios meses de manera ininterrumpida. De la República Checa se lleva además un nuevo encargo: la composición de una nueva pieza basada en el mito de Don Juan, que se estrenó en el Teatro Estatal de Praga el 29 de octubre de 1787.

Para el estreno en Viena en mayo de 1788, el compositor revisó algunas de las arias y recitativos originales, manteniendo la estructura de ópera buffa entremezclada con elementos sobrenaturales y otros propios de la ópera seria, tremendamente dramáticos, como la figura de Doña Ana o la del Comendador.

Claus Guth pone en escena esta segunda versión de Don Giovanni, enfatizando el dramatismo del argumento con la agonía del protagonista, que se desangra en el bosque, herido por el Comendador al inicio de la obra. Aferrado al árbol donde derrama los últimos momentos de su vida y con la complicidad de Leporello, el libertino repasa su espíritu hedonista y blasfemo y rememora los perversos juegos de seducción a los que ha dedicado tanto esfuerzo. Mientras, a la lúgubre luz del ambiente y la magia del contexto, se suceden las visiones previas a la muerte.

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El estreno de la ópera será precedido por un preestreno para menores de 35 años el 16 de diciembre, a las 19.00 horas, con acceso gratuito.