Para relajarse hay que tensarse primero.
Valoramos las cosas cuando las perdemos, sé la excepción que confirme la regla.
Muchas veces queremos estar relajados, estar felices, sin preocupaciones, etc. Y para bien o para mal muchas veces esto no es posible hasta que estamos o vivimos el lado contrario de esa realidad que deseamos.
Estos son tiempos en los que se dejan de tener cosas, poder adquisitivo, ingresos, objetos, vacaciones, etc. En estos casos podemos poner la atención en lo que perdemos y la tristeza o incluso la angustia nos invadirá, o bien podemos poner el foco en lo que aun tenemos, y valorar y agradecerlo. La salud por ejemplo, no la valoramos hasta que la perdemos, la juventud, el coche, la casa, y un sin fin de cosas que damos por hecho que están y que van a seguir estando, y no hay nada más cierto que nada esta garantizado, el futuro aun no ha sido escrito, disfruta de hoy, olvida el ayer, y tranquilo, el futuro llegará siempre, solo tienes lo que tienes hoy.