Cómo lograr el éxito de forma instantánea.
El éxito casi siempre se produce de forma instantánea tras largas jornadas de incansable trabajo, con la atención puesta en mejorar los resultados en cada nuevo intento.
Muchas veces se confunde tener paciencia con quedarse quieto esperando a que las cosas sucedan, y esto no siempre funciona. Pero el fallo no está en la paciencia, sino en no hacer lo necesario para que las cosas se den.
Es válido sentarse a esperar sin hacer nada, para contemplar una puesta del sol, o un amanecer, pero no para lograr resultados en algo que deseamos. Para esto último, es mejor y más inteligente, seguir trabajando haciendo cosas que ayuden a que se den los resultados esperados, así como hacer cosas que puedan facilitar que se den antes, porque hay cosas sobre las que siempre podemos actuar y que influyen en nuestros éxitos.
Además, es más fácil ser paciente cuando la mente la tenemos ocupada con otras cuestiones, que cuando la tenemos en forma contemplativa esperando algo. Y por supuesto, no confundir con el concepto de «mente contemplativa» propia de la meditación, que en verdad no espera resultado alguno, sencillamente observa lo que ocurre a su alrededor sin emitir juicio de ningún tipo.
Tener la paciencia necesaria que nos ayudará a alcanzar el éxito es preciso, tener fe en lo que hacemos y en la dirección que llevan nuestros actos, así como no dejar de hacer cosas en esta dirección, siempre con el resultado como meta, y confiando en que cualquiera de nuestras acciones puede ser la que logre ese «éxito de la noche a la mañana» que tanto esfuerzo y tiempo nos ha costado lograr.