Rayas, cuadros y viceversa.
Los cuadros regresan una vez más en diferentes tendencias para instalarse en los armarios durante los próximos meses.
Los pantalones de rayas se han convertido en la sensación de la temporada. No shorts, no los palazzos, sino los culotte. Precisamente esos que se amarran a la cintura, que sobrepasan las rodillas sin llegar a los tobillos y que obviamente no han llegado ni al tercer día de rebajas con vida. Pero siempre queda un consuelo…
Las marcas han sido benevolentes y, para aquellas que no han podido hacerse con el famoso pantalón, han podido disfrutan de la tendencia off-shoulders en blusas, vestidos de popelin y camisetas básicas que combinar y utilizar en casos de emergencia. ¿Una prenda de rayas en el armario? ¡Situación salvada!
Las rayas siempre han sido un clásico del verano, por eso de ser uno de los símbolos míticos e históricos del verano y de los amantes del estilo navy. Pero su reinado parece que va a durar poco… Entre los terciopelos, los destellos galácticos, los plateados y dorados plisados y los tules llegan los cuadros para quedarse. Para los meses próximos faldas midi con vuelo a media pierna con cierre de botonadura de arriba hasta abajo o vestidos que rescatan de la nostalgia esos famosos agujeros que dejan al aire parte del vientre. Abrigos handmade de lana y faldas anudadas, acompañadas de botas elásticas XXL, también se verán inundados por los cuadros durante todo el invierno. Los pantalones tampoco se quedan atrás, por supuesto, con una predilección majestuosa por el cuadro escocés, mientras que la mayoría del resto de prendas se diseñan con el vicky como base sobre el algodón.
Está claro que no nos encontramos ante ninguna relevación en cuanto a ingenio u originalidad se refiere pero no está nada mal si perteneces a ese grupo de personas que no termina de ver nada claro lo de ir al trabajo con gases o lentejuelas… ¡Bienvenidos seáis, cuadros!