Nuevos cambios en Burberry.
Mientras las acciones de la marca se van a pique y disminuyen los salarios, el director de operaciones de Burberry se marcha en busca de nuevos intereses.
El poder llama al poder por una sencilla razón: el inconformismo humano. Una sentencia que actúa de igual forma sobre los negocios internacionales, sobre las posesiones personales y, por supuesto, sobre gabardinas y cuadros con bastantes años de historia. Y es que, en esta ocasión, el poder ha llamado a la puerta del mismísimo John Smith, director de operaciones de Burberry desde marzo del 2013.
Tras tres años en la empresa puede que el crecimiento profesional de Smith se haya visto paralizado, si es que se puede aumentar todavía más la experiencia de alguien como el señor Smith, quien ha dirigido la BBC Worlwide durante casi 10 años. Otros comentan que los nuevos intereses pueden venir dados por ciertas cifras de la marca británica que pueden resultar algo interesantes, como el hecho de que las acciones hayan caído más del 30% durante el último año debido a las dificultados que se están dando por Asia, o que al CEO de Burberry se le haya recortado un 75% el salario. ¿Y la culpa de quién es? Podemos hablar de Hong Kong, de la propia empresa o de los dichosos ‘it’ que hacen de las modas y las tendencias algo tan fluctuante.
Lo cierto es que el plan de reestructuración a tres años que presentó la marca parece no cuajar del todo, y eso que la idea era una mayor concentración en todos los sentidos: menos producto, ventas online directas y, por supuesto, el compromiso que nunca puede faltar en la industria por garantizar una experiencia de compra inigualable. El director general buscaba un talento joven y fresco con el que compartir mesa pero parece ser que, mientras aguarda su llegada, el equipo se le comienza a desmoronar en busca de, como dice Smith, ‘nuevos intereses’ en empresas internacionales de rápido crecimiento. Unas declaraciones preciosas que, por supuesto, huelen a poder.