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cerrarModa, hombres y flechazos.
La moda siempre ha sido la hija predilecta de las señoras...
Me río yo de esas ‘cosas de mujeres’. Si, sí, cuestiones de hormonas donde las haya, la moda siempre ha sido la hija predilecta de las señoras, la niña de sus ojos, consintiéndole caprichos y rindiéndose, algunas antes que otras, a sus dictámenes. Y es que las mujeres somos más vanales, nos preocupamos por las frivolidades de la vida, viviendo pegadas a una buena tarjeta de crédito, venerando a nuestra diosa, la American Express, y con juicios que siempre dependerán de unos buenos tacones y un ‘perfecto’ llevado a la ‘perfección’.
Claro, ante declaraciones tan tajantes una se relaja con el típico y recurrente ‘que piensen lo que quieran’, feliz y ajena a los comentarios, cómoda en tu rinconcito, aquel que lleva el título de ‘consumismo’ como cartel de bienvenida y, de repente, en lo que dura un simple pestañeo, el señorito de turno llega y con unos simples 40 pasos, los que necesita más o menos una pasarela, enamora profundamente a la moda, acaparándola cada vez más y haciéndola suya…. Por suerte para todos nosotros.
Y así, a través de un flechazo, la industria acabó haciéndose al gusto y semejanza del público masculino, pasando de ser algo más que ‘cosas de mujeres’ a una nueva vía de negocio y creatividad. Ejemplo de ello es la unión de El Corte Inglés con Madrid Fashion Show Men, la primera pasarela exclusivamente masculina que tuvo lugar la semana pasada en la capital.
Loewe, El Ganso, García Madrid y Soloio han sido algunas de las firmas que han querido participar en la primera edición de este evento que se une a París y Nueva York en la búsqueda del carácter masculino de la moda. Algo que en su día pudimos intuir con grandes gentleman del panorama nacional e internacional cuya inclusión en el sector quedaba vetada por los prejuicios con los que se definía por entonces al fashion world.
Una iniciativa que hay que aplaudir por las innumerables ventajas y oportunidades que ofrece: disfrutar de los talentos de siempre, de los más jóvenes, ideas creativas, paso de generaciones y, ante todo, una moda traida por y para hombres. Una invasión permitida, y con mucho gusto, para continuar con una historia de este arte que consigue convertir el trabajo de muchísimas personas en un auténtico placer.
Un flechazo sí, pero de esos que se consienten con todo el placer y las ganas del mundo… Ya se sabe, cosas típicas de los hombres.