Moda, cosas de musicales.

¿Quién no ha soñado con trabajar, adentrarse y sobrevivir en el mundo de la moda? Cuando una es joven lo primero que se le viene a la cabeza, además de Anna Wintour, es una impecable Meryl Streep que hizo de Prada el sello propio del diablo y que demostró, una vez más, que a las personas, y en concreto a las mujeres, nos gustá sufrir. Un poquito…

La comida dramática ‘El diablo viste de Prada’, protagonizada por Anne Hathaway, se convirtió en una de las películas de cabecera de aquellos que buscaban conocer un poco más de cerca una industria en la que la belleza se destina, en exclusiva, a los objetivos y resultados, pasando totalmente desapercibida entre asistentes, becarios y demás mujeres u hombres que vendían su alma por poder participar de este proyecto.

Así lo reflejó Lauren Weisberger, autora de la novela, tras su paso por Vogue, donde trabajó como ayudante de Wintour. A pesar de que la novelista no ha hecho declaraciones al respecto, no hace falta dedicarle demasiados minutos al asunto para llegar a la conclusión, conocida internacionalmente, para saber que las propias vivencias de Weisberger no son más que la inspiración de un libro que se mantuvo seis meses en la lista de superventas de The New York Times y que ahora va a llevarse al teatro en forma de musical.

El producto de Broadway Kevin McCollum ha llegado a un acuerdo reciente con la 20th Century Fox para transformar diferentes películas de éxito en musicales, comenzando con El Diablo Viste Prada y la Señora Doubtfire. Aunque Meryl Streep aseguró en el 2012 que estaría dispuesta a retomar el papel de Miranda Priestly, editora de Runway, en caso de haber una secuela, nadie ha llegado a confirmar aún que el elenco de la gran pantalla fue el mismo en protagonizar la versión de Broadway.

Tacones de infarto, faldas ajustadas, originalidad, dramatismo absoluto, sarcasmo y mucha, mucha frivolidad entre bambalinas… ¿Alguien se apunta a la obra?