Los CEOS de la manzana.
Cambios en la dirección de Burberry...
Salta una nueva noticia. Cambios de nuevo en la cúpula de otra firma conocida, Burberry. Tecleas el nombre de Christopher Bailey en Google, donde encuentras millones de noticias generadas en el día de ayer con titulares que lo convierten en el nuevo CEO de la marca pero… ¿quién era su predecesor y qué ha pasado con él?
Parece ser que la ‘vuelta al cole’ de la industria no termina de adaptarse al curso actual y, aunque a ritmo más pausado, los cambios continúan teniendo lugar en la moda. Loewe, Louis Vuitton, Roberto Cavalli y, en esta ocasión, le toca el turno a un concepto consolidado, como es el de Burberry. Un nuevo CEO que conoce a la perfección el engranaje de la empresa británica, donde lleva desde el 2001, y a la que ha ido dando forma bajo la dirección creativa de la misma desde el 2006. Un doble liderazgo que, a partir de mediados del próximo año, asumirá como una evolución natural.
Una responsabilidad que bajo ningún concepto ha llegado por decisiones internas inesperadas o, simplemente, por reconocimiento de méritos a simple vista. El motivo principal que ha forzado este nombramiento es la renuncia de Angela Ahrendts, una de las 9 mujeres más ricas del Reino Unido según la BBC, a continuar como consejera delegada. ¿Razón alguna? Por supuesto que la hay: una manzana que en enero de este año alcanzaba ventas superiores a los 41.000 millones de euros y que parece haber encontrado cierto filón en el mundo de la moda como su propio ‘banco de talentos’.
Y es que no es la primera vez que Apple rescata a un genio del sector para ‘convertirlo’ a las tecnologías. Lo hizo en julio con el director general de Yves Saint Laurent, Paul Devene, y vuelve a hacerlo ahora con Ahrendts. Aunque se habla de colaboraciones especiales y talento lo cierto es que es inevitable pensar en el símbolo del dólar y, por qué no, en productos del marketing con piernas. Colecciones cápsulas, libretas, latas de refrescos… Son colaboraciones con las que vivimos a diario y que damos por asumidas como una novedad de consumo y no como lo que realmente son: un ingreso para las firmas implicadas.
Algo que los celos de Apple no parecen tolerar como algo puntual y, ni mucho menos, como una rotación constante de proyectos ‘edición limitada’ que vender durante ciertos meses en supermercados-papelerías-grandes almacenes. Porque la empresa busca algo más que compras compulsivas, con una plantilla pensada y pensante que, independientemente de donde proceda, continúe desarrollando su imperio. El de los CEOS de la manzanita de moda…