Legión de honor entre amigas.

Si alguien le hubiese preguntado a Gaby Aghion en los años 50 qué podría relacionarla en el futuro con el que fue uno de los hombres más excéntricos de la historia probablemente la respuesta sería simple y llana: nada. Pero lo cierto es que Napoleón Bonaparte no solo fue el creador de la Legión de Honor, sino que fue el primero en depositar la medalla de la orden sobre una mujer, además de dar cierta prioridad a la industria y la expansión comercial. Un acto que hoy día sigue teniendo consecuencias y que, más de 200 años después, reconoce con su valía y poder a la fundadora de Chloé: una firma que, como toda gran obra de arte, esconde detrás algunos retales de pasajes de amor o, en este caso, amistad.

Chloé Huysmans fue la culpable de que Gaby llegase a París en 1945 tras la guerra e hiciese todo lo posible por formar parte del círculo bohemio que regentaba los grandes cafés de la ciudad, como Rive Gauche. Tras siete años de lucha constante contra los cánones que establecían los salones de alta costura, Gaby decidió pasear la simplicidad de la popelina de algodón entre las mujeres trabajadoras de la época, consiguiendo vender absolutamente todos sus modelos y, de paso, estableciendo un nuevo concepto del prêt-à-porter, en el que la elegancia formaba parte de prendas que no entendían de horas. Un acto típico de alguien que puede resumir la moda de manera tan excepcional que acaba comparando su frescura con una ensalada.

Con el negocio asentado y con el nombre establecido, Chloé se convirtió sin saberlo en la mejor amiga de muchas mujeres y en toda una defensora de los nuevos talentos, demostrándolo con la contratación de un joven solitario llamado Karl Lagerfeld o a la francesa Martine Sitbon.

Una historia de pasión y autoconfianza que el próximo 17 de diciembre otorgará a Aghion una recompensa trabajada día tras día en su afán por defender una idea firme de lo que la moda supone realmente para la mujer, con unos patrones respetados desde sus inicios que le han otorgado fama y prestigio en un sector que, de vez en cuando, entiende de reconocimiento y admiración.