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cerrarCuestión de creatividad.
El avanzar es algo fundamental además de necesario para el ser humano.
Nos pasamos la vida evolucionando gracias a los cambios que, a veces buenos y otras no tanto, nos empujan a cerrar puertas, o al menos intentarlo, con el fin de vernos obligados a salir de ese espacio y tiempo suspendidos en el aire que de poco nos sirve.
Y así es como el agobio y la angustia para los menos valientes y el placer por los desafíos para los atrevidos se convierten en los mejores guías para seguir luchando hasta la meta que, al fin y al cabo, es común para todos: la felicidad. Dos procesos que parecen estar más cerca para Marc Jacobs y Yvan Mispelaere.
La salida de uno y la entrada de otro en dos grandes referentes internacionales de la moda con apenas dos días de diferencia han supuesto un auténtico revuelo en el sector. Dos personalidades muy diferentes pero que parecen compartir el misterio de lo inesperado: un desfile, el de ss 2013 para Mispelaere y el de ss 2014 para Jacobs, ha marcado una etapa en el avanzar de ambos, el mismo que les abrirá una nueva puerta.
De momento el ex director creativo de Diane von Furstenberg, donde estuvo durante dos años, pasará a liderar el diseño de la firma italiana Roberto Cavalli, trabajo que podremos ver en febrero con la colección de otoño-invierno. Un nuevo desafío que se une a la larga lista de obstáculos que el francés ha superado con grandes triunfos en casas como Chloé, Valentino o Gucci.
Más reciente nos queda la marcha de Jacobs de Louis Vuitton, donde asentó su experiencia durante 16 años y fabricó una despedida inesperada, según ha comentado, la mañana del pasado 2 de octubre. Una marcha que, por supuesto, ya cuenta con la ‘tirita’ necesaria para poner punto y final a una herida que llegó de golpe y sopetón y que, en realidad, supone una caída beneficiosa para este genio. Y es que tras cumplir con su principal tarea, la de resucitar una firma anclada en el lujo de bolsos y marroquinería, Marc vuelve a dedicar mimos y cuidados a su propia firma.
Avanzar. Esa es la única misión en una industria donde los gigantes se mueven rápido y el tiempo juega un papel importante, obligando a moverse, contribuir y evolucionar.