El tiempo entre costuras.

No voy a contar que dejando libre el pensamiento, al leer "El tiempo entre costuras" se toca la España que no nos tocó vivir.

  • facebook
  • Tweet
  • pinit
  • WhatsApp

Quizás sea porque la generación anterior a la nuestra vivió un tiempo muy especial y nosotros, los de la mía, hemos estado casi toda nuestra vida escuchando historias de aquel tiempo, de boca de nuestros padres y abuelos. Quizás toda esta atracción que tenemos con ese tiempo viene del hecho de no haber estado allí a pesar de haber vivido aquello casi en primera persona, porque la generación anterior a la nuestra nos ha llenado la cabeza de situaciones, vivencias y opiniones de uno y otro signo. No vivimos aquello, pero forma parte de nuestra vida. Tampoco lo vivió María Dueñas y, según parece, tampoco vivió El tiempo entre costuras.

Que alguien de nuestro tiempo, de nuestra generación sea capaz de contarlo con la misma pasión y realismo que lo hacen nuestros abuelos y – en muchos casos – nuestros padres, lo dice todo de su excepcional poder para la creatividad y el don divino que tiene María Dueñas, para narrar la historia de una simple aprendiz de costurera que se va convirtiendo en… otra cosa. Sí, muchos de vosotros ya lo sabéis. Cientos de miles de vosotros ya habéis leído el libro. Se dice pronto. Pero, por si alguno no lo sabe aún, no lo contaré por aquí.

No voy a contar que dejando libre el pensamiento, al leer El tiempo entre costuras se toca la España que no nos tocó vivir, la vida social del Marruecos español de la época – perdón, del protectorado – un lugar apasionante, exótico y cargado de las sorpresas, lógicas por los movimientos políticos y bélicos de aquellos tiempos. No contaré tampoco por qué el amor desemboca en desamor en algunas ocasiones, en traición las que menos y en desconfianza en unas y otras. Ni siquiera debería mencionar que la vida de cualquiera puede dar giros inesperados hasta el punto de que una simple aprendiz de costurera – no tan aprendiz ya –se convierta en una auténtica heroína, viviendo su tiempo entre costuras y otros menesteres que le depara el destino cuando en éste se cruzan políticos, aristócratas, engaños, ultrajes, adulterios, intrigas…

Puede que sea demasiado para Sira Quiroga – la protagonista de El tiempo entre costuras – una persona sencilla y un tanto insegura que de pronto se ve envuelta en una aventura cuyo argumento ni siquiera podría haber imaginado muy poco tiempo atrás. Mas cuando hace frente a su nueva vida, resulta ser una auténtica profesional. No voy a desvelar mucho, pero he de deciros que estoy seguro que aquellos que aún no habéis leído la novela no vais muy acertados en lo que estáis pensando con las pequeñas pistas que os estoy dando aquí.

Me contengo y parece que lo consigo. Aprovechad la última oportunidad que os queda para descubrir esta novela excepcional, traducida a 25 idiomas y con una cifra de ventas que supera el millón de ejemplares. Es la última oportunidad de hacerlo, porque si no lo hacéis ahora, ya, hoy, perderéis el factor sorpresa. El por qué es que ayer comenzó a emitirse una superproducción de la novela en una serie de televisión que promete, sí, pero no sabemos aún si llegará a la altura de la novela de María Dueñas. Tenéis una semana para leerla o releerla, antes del segundo capítulo televisivo. Una semana es suficiente, porque una vez que entras en el mundo de El tiempo entre costuras de María Dueñas algo te ata a la trama; ese algo que ocurre a veces y que provoca la imposibilidad de dejar de leer.

+

Autor: María Dueñas
Año de edición: 2009
Género: Narrativa
ISBN: 9788484607915

Más información María Dueñas. El tiempo entre costurasPlanetadelibros.com

Oops

La versión más personal de todos nosotros, los que hacemos Loff.it. Hallazgos que nos gustan, nos inquietan, nos llenan, nos tocan y que queremos comentar contigo. Te los contamos de una forma distinta, próxima, como si estuviéramos sentados a una mesa tomando un café contigo.

Bataclan.+

Bataclan.

El cálido manto de la fiesta pintada con maquillaje caro y música en directo ocultaba la sangre derramada, el dolor pasado, las ausencias presentes... Estaban en Bataclan. + ver

Newsletter

No te pierdas nada, que saber no ocupa lugar.