¿Qué aprendes de tu indignación?
El sabio encuentra felicidad cuando aprende de todo lo que ocurre tanto fuera como dentro de él.
Estoy totalmente de acuerdo que hoy día vivimos momentos que nos permitirían estar indignados 25 horas al día, sin dejar tregua ni un minuto, ahora bien, ¿Qué utilidad tiene para ti la indignación? ¿Le sacas provecho?
He visto a muchas personas que se indignan y se pasan el día indignados, con la cara de cabreo, en ocasiones tienen momentos de tristeza, a veces se preguntan «¿Por qué tienen que ser las cosas así?» otras piensan «deberían ser de esta forma…», y al final del día parece que se vayan a dormir con un mal estar general, los pensamientos que se llevan al mundo de los sueños, son similares a los que han estado cultivando durante el día. Y ¿Qué ganan con esta forma de pensar y actuar?
Te propongo que si tienes motivos por supuesto te indignes, pero no te quedes ahí, le saques provecho a la indignación, busques incansablemente ¿Qué puedes aprender de eso que te ha hecho indignar? ¿En que modo puedes vivir una vida mejor si integraras en tu vida ese aprendizaje? ¿Cómo puedes aplicar hoy mismo lo aprendido?
La indignación es una perspectiva, una opinión sobre algo, pero lo que realmente provoca cambio es la acción. No te quedes en la indignación, observa, estudia y cambia poniéndote en acción.