Te comparas para perder o para ganar.
Nos pasamos la vida comparándonos, unas veces para perder (las habituales) y otras para ganar.
Nos pasamos la vida comparándonos, unas veces para perder (las habituales) y otras para ganar.
La decisión de qué comparación elegimos depende enteramente de nosotros, y siempre tenemos opción para elegir una u otra. Piénsalo, en verdad tenemos siempre ambas posibilidades, rara será la ocasión en que no podamos elegir.
Sin embargo esto lo hacemos de forma inconsciente y en verdad marca mucho cómo nos sentiremos a continuación, y esto marcará nuestros sucesivos pensamientos y emociones entrando así en una espiral más positiva y constructiva o por el contrario más negativa y destructiva.
Cuando haces un trabajo por ejemplo, u obtienes una calificación en un examen ¿te comparas con otros que han sacado mejores resultados? O ¿con los que han obtenido peores valoraciones?
Recuerda que siempre hay elección, al menos nos quedará la elección de cómo queremos interpretar lo que nos sucede, esa es la libertad última de la que Viktor Frankl nos hablo tras su experiencia en un campo de concentración. Siempre tendremos la libertad de elegir nuestra interpretación de lo que nos sucede.
Hoy es un buen momento para comenzar a compararte y a comparar a los demás para que se genere potencial no se reste.