Hace más de tres décadas la UNESCO decidió consagrar el 29 de abril (en honor al bailarín Jean-Georges Noverre, considerado el creador del ballet moderno) al arte de la danza. Una fiesta en la que se rinde un homenaje universal al trabajo y dedicación de coreógrafos y bailarines de todo el mundo. En nuestro país, no sólo teatros, escuelas y espacios escénicos. Diversas instituciones culturales, cines e incluso museos como el Reina Sofía (Madrid) se suman a los actos del Día Internacional de la Danza con jornadas especiales y la firme voluntad de dar visibilidad e integrar en sus espacios una práctica artística tan universal y bella.
Entre la infinidad de propuestas que se reparten por toda la geografía española y más allá del Día Internacional de la Danza, escogemos cinco. Por la calidad y exquisitez de los montajes, por su carácter integrador, por la importancia del lenguaje artístico y cultural que transmiten. También por la variedad de estilos.
El ballet clásico de la Compañía Nacional de Danza que, desde el pasado mes diciembre, pasea a Don Quijote por los principales escenarios europeos o el repertorio contemporáneo del Ballet Nacional de Holanda conviven en perfecta armonía con el genio de Mikhail Baryshnikov y el flamenco español. Flamenco del bueno (el mejor) con Sara Baras como protagonista de uno de los espectáculos más desbordantes del cartel, Voces, rinde homenaje a los grandes mitos del cante, la guitarra y el baile: Paco de Lucía, Antonio Gades, Enrique Morente, Carmen Amaya, Camarón de la Isla y Moraíto. Y también del emergente. El de los alumnos de la escuela Fundación Cristina Heeren cuya iniciativa pretende poner en valor el arte de sus jóvenes bailarines.
Ballet Nacional de Holanda. Teatro Campoamor. Oviedo.
Metaforen, Apollon Musagète y Theme and Variations configuran el programa del Ballet Nacional de Holanda (HET) en su gira por España. Una de las compañías más destacadas en el mundo de la danza actual cuyo extenso repertorio conjuga tradición e innovación con el propósito de ofrecer una mirada transversal de la historia del ballet.
Mientras Metaforen —obra temprana de Van Manen— muestra todas las señas de identidad del maestro que revolucionó el pas de deux con dos bailarines masculinos, Apollon Musagète pone de manifiesto la profunda afinidad del coreógrafo (Blanchine) con la música y el tono del Stravinsky. Ver la música, sentir la danza es el objetivo de esta coreografía dedicada al dios Apolo y sus musas. De nuevo Blanchine cierra el programa triple con una oda al ballet del XIX y la música de Tchaikovski con Theme and variations. Un montaje brillante y refinado que se ciñe al original estrenado en 1947 inspirado en la Suite orquestal nº 3 del compositor ruso. Magistral el trabajo de puntas.
Tras su paso por los Teatros del Canal (28, 29 y 30 de abril), la compañía viaja hasta Oviedo donde repetirá programa en el Teatro Campoamor el día 3 de mayo, en el marco del Festival de danza de Oviedo que viene celebrándose desde el pasado 13 de febrero hasta el 4 de junio.
Nadie como Sara Baras para interpretar y transmitir todo el arte y la pasión de un estilo como el flamenco. Nadie como la bailaora entonando brazos, quiebros y zapateaos para hacer vibrar al público. Como una diosa del exceso, Sara Baras incendia los escenarios con montajes muy personales en los que encarna a mujeres míticas tan potentes como ella, o se entrega sin ambages al desgarro del baile como en Voces.
Paco de Lucía, Antonio Gades, Enrique Morente, Carmen Amaya, Camarón de la Isla y Moraíto son las seis leyendas flamencas —sus maestros— a las que Sara, junto a José Serrano, rinde homenaje en su espectáculo Voces que se representa en el Teatro Tívoli de Barcelona hasta el 1 de mayo.
'Letter to a Man'. Mikhail Baryshnikov. Teatros Canal. Madrid.
Entre el 12 y el 15 de mayo, la Sala Roja de los Teatros del Canal se transforma en un espacio místico donde el genio de Baryshnikov se integra con la inmensidad del de Vaslav Nijinski. Un montaje excepcional de danza, mímica y teatro en el que Robert Wilson recrea a través de Mikhail Baryshnikov una de las etapas más complejas del mítico bailarín ruso. Letter to a Man es un trabajo en solitario, un discurso poético que no presenta la obra coreográfica de Nijinsky, sino que recrea al personaje mientras este sucumbía a la locura, reflejando su desesperación, su alma atormentada. Una descarnada representación de los últimos días del genio ruso inspirada en sus polémicos diarios cuya autenticidad aún se pone en entredicho.
Como en toda obra de Wilson, movimiento, texto, luces, escenografía y música son partes iguales de una misma creación en la que, como él mismo afirma, todo el teatro es danza.
'Miércoles al compás'. Monasterio de la Cartuja. Sevilla.
Todos los miércoles de abril, mayo y junio el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (Sevilla) se tiñe de flamenco gracias al arte de los bailarines de la Fundación Cristina Heeren. Un ciclo de flamenco dedicado a los jóvenes talentos que bajo el título Miércoles al compás, presenta diferentes espectáculos de cante, baile y guitarra. ¿El objetivo? Mostrar la pujanza del flamenco actual, además de tender un puente hacia la profesionalización.En esta séptima edición, el ciclo consagrado a la difusión del flamenco, propone un programa centrado en el baile en el que actúan más de treinta jóvenes que han cursado, cursan estudios en la Fundación Hereen o que en pleno desarrollo de su carrera artística, alternan estudios de perfeccionamiento con colaboraciones en espectáculos de destacadas compañías.
Todas las actuaciones tienen lugar a las 19:00 horas. Las entradas se encuentran disponibles en la puerta desde media hora antes del inicio de cada concierto, por donativo de 5 euros.
'Don Quijote'. Compañía Nacional de Danza. Palau de les Arts. Valencia.
La CDN vuelve al ballet clásico con una pieza imprescindible: Don Quijote. El de toda la vida. El que Marius Petipa creó para el Bolshoi en 1869. Basada en los capítulos XIX y XX de la segunda parte de la obra de Cervantes, la adaptación coreográfica de Petipa y Ludwig Minkus —el compositor— gira en torno a Las bodas de Camacho y los amores turbulentos entre Quiteria y el barbero Basilio.
José Carlos Martínez retoma el montaje original conservando la esencia de la coreografía, otorgando al tiempo un matiz más poético a la figura de D. Quijote y un aire más español.
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