Calvin Klein, cuestión de tallas.

Si alguien intenta negar que el mundo de la moda es cuestión de tallas, pintándolo como una auténtica pradera de flores frescas y maravillosas a través de la leve intención de nombrar colores, patrones, invención y genios tiene realmente un serio problema relacionado con la distorsión de la realidad. Porque sí, la industria está cargada de cosas bellas – de hecho una de sus funciones, para el deleite de nuestros ojos, es la de crearlas – , pero es inevitable intentar negar a toda costa que las pasarelas se forman con un largo pasillo en los que se dan unos 40 pasos y en el que no hay cabida para los centímetros de más.

Un pequeño detalle para algunos que ha conseguido poner patas arriba a un sector donde la imagen es lo primero, en todos los sentidos. Para conseguir todas las facetas de este concepto han hecho falta una gran cantidad de mentes abiertas, capaces de visualizar el mundo tal y como está compuesto y otro buen puñado de imperfecciones que, captadas por estas mentes, han pasado a hacer de un murmullo una reivindicación con sentido. Es así como modelos negros, con diastema, vitiligo y albinos han conseguido ponerse al servicio de grandes diseñadores y marcas. Lo que parece no ‘cuajar’ del todo es la idea de que el límite se encuentre en gramos o centímetros quizás no termina de ser una buena idea…

La última polémica llega de manos de Calvin Klein y su última campaña de ropa interior. Myla Dalbesio y su espectacular figura han sido uno de los hechos más comentados en Twitter debido a que la firma cataloga la línea que luce la modelo como ‘Plus Size’, algo que muchos no terminan de ver claro al identificarla como un rostro y un cuerpo totalmente ‘normal’.

Lo cierto es que la talla 40 no es la más significativa del mundo de la moda, en el que la 32 o 34 llegan a ser de lo más habitual, pero… ¿Qué nos encontramos en la calle? Mujeres que no siempre tienen tiempo de ir al gimnasio, a las que les gusta comer y con formas 100% femeninas que bien se alejan de este ‘tope’ establecido por Calvin Klein.

¿La conclusión? Que va a ser verdad que la vida es una cuestión de tallas…