¿Castigas o disciplinas?
La disciplina trae beneficios a corto, medio y largo plazo. El castigo trae más problemas que beneficios, a corto, medio y largo plazo.
Hablando de un niño, de un compañero de trabajo o incluso de nuestra pareja, en muchas ocasiones las cosas no son como nosotros entendemos que deberían ser, o bien su comportamiento no es el que deseamos que sea y entonces, nosotros actuamos en consecuencia, en ocasiones intentando imponer una disciplina, otras veces castigando. Sí, incluso cuando se trata de adultos, también castigamos, con comportamientos como «pues ahora no hago yo tal otra cosa» por ejemplo.
La primera cuestión que te invito a que te plantees en estos casos, es si lo sucedido ¿es causa de un evento fortuito o por desconocimiento, o es algo provocado a conciencia? No es lo mismo que se te caiga el vaso lleno de bebida, que tirarlo para molestar. Se supone que tu reacción es con ánimo de mejorar o bien una conducta o bien una relación, siendo así, tu reacción es consciente, y no puede ser dominada por la rabia o el enfado que te haya podido producir los hechos, de forma que es muy importante qué origino en la otra persona el comportamiento.
Si es un hecho fortuito o involuntario, no es preciso un castigo, ni siquiera disciplina, tal vez una explicación y un razonamiento sea más que suficiente.
Si fue algo provocado inicialmente, tal vez sí requiera una aportación disciplinaria, pero no castigo, ¿por qué? porque la disciplina es algo que haces en favor de la persona o la relación, pero el castigo es algo que le haces a la persona, y que normalmente viene originado por una emoción negativa por tu parte, que por lo general no busca mejorar la situación o comportamiento, sino más bien satisfacerte emocionalmente a través del daño a otra persona, lo que claro está que no es muy sano.
Aunque son totalmente distintos los términos disciplina y castigo, es importante poner conciencia en sus diferencias, porque en muchas ocasiones nos escudamos en estar implementando disciplina, cuando lo que en verdad hacemos es buscar satisfacción personal a través del castigo, lo que no produce más que problemas a futuro.