La piña de Olivia no vive debajo del mar.

Lo cierto es que, aunque pueda parecer una locura, ahora mismo el mundo del calzado y de la moda está viviendo una situación extremadamente delicada: Olivia tiene una piña debajo de sus pies que, por otro lado, es la fruta más codiciada del fashion system, con una lista de espera que da la vuelta a todo el globo terráqueo. ¿Una broma? En absoluto.

El responsable de todo esto es el colombiano Edgardo Osorio quien, después de decidir que si existen ‘it girls’ por qué no iban a existir los ‘it shoes’, puso en marcha Aquazzura, una firma que aúna la estética europea con la sensibilidad americana y un cierto toque ‘sabrosón’ latino. Todo este brebaje se cuece en el corazón de Florencia, donde el Palazo Buondelmonti se convierte en el laboratorio de donde salen cada una de las piñas que se instalan en las suelas de estos high heels, cargados de sensualidad y lujo en formato XXL. Los denominados nuevos ‘Manolos’ han encandilado a celebrities, influencers, bloggers, editoras y directoras de moda de todo el mundo, con una lista de espera que solamente podía saltarse una única persona… la señorita Palermo.

Una, que descubre el modelo Amazon, del que se enamora perdidamente y bajo cuya visión se propone ahorrar para conseguirlos en los siguientes meses, se lleva las manos al corazón y, con la lágrima al borde del abismo, deshecha inmediatamente esta idea de su cabeza cuando, de repente, ve una Olivia Palermo enfundada en unas botas eternas que llevan el sello de la fashion-piña. ¿Casualidad? Una vez más, en absoluto. La it girl por excelencia, al igual que todas las mujeres del planeta con un mínimo amor por los zapatos, se enamoró de cada uno de sus diseños, de los cuales hizo gala en varias pasarelas internacionales, por lo que ha decidido que quiere formar parte del mundo de Edgardo.

Para ello, diseñador y musa se unen y dan forma a una colección cápsula, que verá la luz el próximo mes de septiembre exclusivamente en la web Net-a-porter, con la que Olivia hace un recorrido por cada uno de los estilos que una señorita quiere –o puede- lucir en sus pies: botas hasta la rodilla, sandalias-joyas, piel de pitón, estructuras arquitectónicas…

Una de las colaboraciones más impactantes del panorama actual que, sin duda alguna, continúa con una visión muy particular del calzado femenino, en el que la altura y la comodidad no siempre tienen que ser antónimos. Una, mientras tanto, seguirá soñando con la piña dorada que, quizás en sueños, algún día caminará bajo mis pies…