Joyas con efecto Müic.

Si los diamantes siempre han sido el mejor amigo de las mujeres, la joyería ha formado parte del reducido núcleo de confidentes que siempre ha estado presente en los momentos más especiales. Desde los ratos a escondidas que aprovechabas para subirte al taburete de la cocina y salir en la búsqueda del tesoro-brillante que las madres siempre han escondido, hasta días que han marcado un antes y un después a lo largo de tu vida.

He de confesar que hasta hace relativamente poco no era amante de las joyas ni nada que pudiera parecerse a ellas. Siempre he llevado algún anillo regalado y unas simples perlas con las que afrontar las prisas de la rutina. Pero sí es verdad que llega ese día en el que algo parece activar el ‘clic’ del interés por esas piezas que, además de colores y formas, esconden algo realmente interesante tras sus miles de tallados…

Para eso las joyas cuentan con guardianes especiales, capaces de convertir la exquisitez y la historia que se encuentran repartidas por todo el mundo en un elemento que consigue hacerte sentir. Ana es una de ellas, y Müic su museo particular. Cuando el pasado jueves llegué a una pequeña tienda, escondida en la calle Ayala nº 10, me sorprendió poder ver en tan pocos metros cuadrados tal desbordamiento de personalidad; un lugar donde la ostentosidad y el barroquismo de las joyas se contrasta con unas paredes y una vitrinas que cuentan con vida propia, porque entre esos cristales habitan algunas de las piezas XXL más llamativas, originales y especiales del planeta, dando forma a un pequeño universo propio ubicado en el corazón del barrio Salamanca.

Allí el efecto Müic es único: joyas que para la próxima temporada presentan su versión 24/7 (24 horas 7 días a la semana) con la que darle un giro al concepto tradicional de la joyería. Los cristales de Swarosvski y las piedras semipreciosas protagonizan algunas de las apuestas firmes de Müic por diseñadores como Cabinet, Bounkit, Dannijo o Mawi.

Propuestas que crean vanguardismo para una mujer divertida y genuina, capaz de enamorarse de las historias que esconden malaquitas y amatistas y que, de repente, ha pasado a formar parte de algo mucho más exclusivo… El mundo de Müic.