Un minuto de silencio para ti.
En un minuto de silencio contigo mismo, puedes obtener más sabiduría que en mil libros.
¿Cuántas horas al día pasas leyendo? ¿Cuántas escuchando música? ¿Viendo la televisión? ¿Hablando con otras personas? en definitiva, ¿Cuántas horas pasas sin estar en silencio contigo? Pasamos más tiempo fuera de nosotros que dentro.
Un minuto es una cantidad de tiempo ínfima de los 1.440 minutos diarios que tenemos disponibles, pero sin embargo, el beneficio de tomarnos un minuto para nosotros mismos y solo estar ahí, con nuestros pensamientos, en silencio, sin interferencias de estar prestando atención a nada ni nadie más, es realmente grande. Incluso si fuera posible, no es preciso ni pensar, solo estar. No hay que tener una postura especial, no hay que estar en un lugar concreto, solo estar. Puede ser cuando volvemos en el autobús, cuando nos sentamos en el sofá de casa, o en la silla de la oficina, no importa el lugar, importa la actitud de cómo utilizamos ese minuto para nosotros, y consiste en solo estar, escuchar nuestro sentir, o incluso preguntarnos, ¿Cómo podemos mejorar nuestra vida tan solo un poco durante el día de hoy?
Como ocurre con los canales de televisión antes de la era digital, o con las emisoras de radio, hay que sintonizar fino y en silencio para poder recibir buena conexión, libre de ruido. Aquí sucede lo mismo, debemos permanecer en silencio, en quietud, para poder conectarnos con nosotros y desde ahí recibir la información que precisamos para las preguntas importantes que podemos y debemos hacernos. O simplemente para sentir esa conexión con nosotros mismos, que es más que necesaria, imprescindible para nuestro propio bienestar emocional.