Quiero venderte ¿quieres comprar?, y otras mentirijillas.
Muchos malos entendidos se generan por dar rodeos y no ser claros con nuestras intenciones y deseos.
Soy el primero que defiende que es importante aprovechar la riqueza del castellano para expresarnos con la mayor exactitud, el abuso extendido de ciertas mentirijillas es otra cosa.
Son muchos los correos que recibo que dicen: quisiera/mos colaborar con usted/su empresa.
En la inmensa mayoría de los casos lo que buscan es vender algo o un trabajo, lo que es muy lícito, pero en este caso la colaboración no es lo que dicen que quieren, sino más bien la consecuencia si hay venta o empleo. Fórmulas así tal vez tuvieran su efectividad hace tiempo, ahora cuando todo el mundo las utiliza pueden llegar a provocar el efecto contrario, correo borrado nada mas leer ese «quiero colaborar…»
En muchísimas ocasiones puedo afirmar que el camino recto es el mas eficiente para lograr un objetivo, yo quiero venderte esto, ¿tu quieres comprarlo?; me gustaría cenar contigo, ¿quieres cenar conmigo?; y así un sin fin de ejemplos en los que podríamos atrevernos a ser sinceros y por supuesto estar preparados para aceptar la sinceridad del otro, ¿cuánto tiempo se pierde por no hablar con claridad de nuestras intenciones? Ese es tiempo que no estamos empleando en encontrar otro cliente, compañera/o, etc. Si no te quiere, no te quiere, da igual la palabra que uses.
Aunque por supuesto, insisto en que ésto no está reñido con aprovechar la riqueza de matices que el significado de las palabras guardan, más bien lo contrario, te invito a que las uses con entidad y directo al grano.