El cambio de rumbo es parte de la vida.
La vida es un constante cambiar de rumbo, cuando te sientas atascado, cambia de rumbo, haz como el agua, siempre encuentra por donde continuar.
Son tiempos de leer titulares sobre reintentares, de nuevas profesiones, de cambios de rumbo, etc. como si todo este tipo de cuestiones fueran coyunturales debido a la situación económica que estamos viviendo, cuando en verdad es algo que está en la naturaleza y que los seres humanos hemos hecho con notable frecuencia, aunque sí es cierto que no al ritmo que últimamente viene precisándose.
Si vemos una fotografía aérea de un río cualquiera (da igual su longitud, anchura o importancia), veremos que no sigue un curso recto, sino que se ha ido abriendo camino, en la dirección que se requería, incluso en ocasiones ocultándose y yendo bajo la tierra como el Guadiana, para lograr alcanzar su objetivo, que era llegar al mar.
En nuestra vida hemos realizado muchos cambios y reajustes, nos hemos incluso reinventado varias veces, estoy seguro. Seguro que tu has tenido alguna que otra relación sentimental, que termino porque uno o ambos, necesitaba encontrar algo distinto. Cambiaste de destino de vacaciones porque necesitabas o deseabas algo distinto. Incluso puede que hayas realizado un cambio de trabajo o carrera, porque te sentías atascado en donde estabas. En cualquier caso, seguro que han habido muchos momentos en los que has tenido que replantearte cómo afrontar el futuro para lograr tus objetivos en la vida.
Ya estas entrenado en ello, ahora solo tienes que volver a elegir, ¿cuál será la siguiente dirección que tomaras que te acercará a tu objetivo?
Desmitifiquemos el concepto de reinventarse o de cambio, sin ir más lejos, nuestro cuerpo cambia constantemente y no se estresa por ello.