«Suite Francesa».

Novela excepcional escrita en condiciones excepcionales, "Suite francesa" retrata con maestría una época fundamental de la Europa del siglo XX.

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La crueldad humana siempre me ha impresionado por incomprensible, por absurda, por brutal, por lo espeluznante y lo humanamente inhumana que puede llegar a ser, hasta tal punto que suele dejarme sin palabras.

Me atrae, entendedme bien, exclusivamente por mi absoluta incapacidad de comprender su origen y menos aún su desarrollo y puesta en práctica. Me repugna y me horroriza a partes iguales. Me espanta ahondar en detalles escabrosos y, tal vez por ello, las historias que profundizan sobre tan desoladora imagen de la condición humana sin entretenerse en descripciones morbosas me conmueven mucho más que aquellas otras que se “recrean” en esa crueldad ilimitada narrando con pelos y señales todo tipo de barbaridades. Y, por ello, la historia de Irène Némiroksky me ha tocado la fibra de manera particularmente intensa. Porque es mucho más despiadado el día a día de una sociedad indefensa que, abandonada a su suerte, ve cómo todo se desmorona sin poder hacer nada por evitarlo que todo el horror indiscutible de la Segunda Guerra Mundial.

Con claros tintes autobiográficos, Suite Francesa comienza en París a finales de la primavera de 1940, unos días antes de que las tropas nazis tomaran la ciudad (y el país entero). La incredulidad, el miedo, la huida desesperada en coche, en bici, andando, como fuera ante la inminente invasión alemana, dan lugar a escenas muchas conmovedoras, surrealistas otras, tensiones, desafíos… Familias enteras que tratan de escapar de los bombardeos se las ingenian como pueden para conseguir agua, comida, gasolina; angustias, odios, incertidumbre van conformando un ambiente enrarecido y difícil. Sin embargo, y a pesar de ello, Irène Némirovsky es capaz de narrar las historias más humanas, el amor clandestino, el colaboracionismo, la inconsciencia de la juventud, la inquietud de una madre. En fin, todo el rastro tan humano e inhumano que las guerras dejan tras de sí.

Concebida como una composición en cinco partes —de las cuales la autora sólo alcanzó a escribir dos—, Suite francesa combina un retrato intimista de la burguesía ilustrada con una visión implacable de la sociedad francesa durante la ocupación. Con lucidez, pero también con un desasosiego notablemente exento de sentimentalismo, Némirovsky muestra el fiel reflejo de una sociedad que ha perdido su rumbo.

Irène Némirovsky, autora de tan profundo testimonio, nació en Kiev y murió en Auschwitz en 1942 sin llegar a conocer el final de esa terrible debacle que le tocó vivir tras haber escapado durante su infancia de una Rusia revolucionaria para refugiarse en el París que paradójicamente la entrega a sus enemigos. Como legado, deja a sus hijas una maleta que conservaron durante décadas y en la que se encontraba el manuscrito de Suite Francesa, cuya publicación en 2004 le valió el prestigioso Premio Renaudot por primera vez concedido a un autor fallecido.

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Título: Suite Francesa.
Autora: Irène Némirovsky
ISBN: 978-84-7888-982-2
Primera edición: noviembre 2005

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