Grotta Palazzese, un hotel tallado en la roca.

A 30 km al sur de Bari, en la carretera a Brindisi, se encuentra Polignano a Mare, un pequeño pueblo pintoresco, con calles estrechas y casas blancas que sobresalen en la escarpada costa rocosa, llena de calas, bahías y hermosas cuevas que se reflejan en el agua clara azul-verdosa, la más bella y más grande de todas es la Grotta Palazzese, donde se ubica el Restaurante. 

Un restaurante dentro de la cueva, sobre todo para el verano -la cueva está abierta de mayo a octubre, y se recomienda reservar previamente-, con un paisaje único, decorado de forma armoniosa en íntima consonancia con la naturaleza que le rodea, y para disfrutar de día o de noche en este entorno único. 

Pero además cuenta con el Sea Lounge, un salón con grandes ventanales por encima del mar, con vistas a los acantilados, donde se puede experimentar la atmósfera de un viaje en barco, admirando el movimiento natural de las olas chocando contra las rocas, mientras queda fascinado por las puestas de sol durante el invierno – abierto de octubre a abril-  o contemplando el cielo estrellado.

Bien en la Cueva o bien en el Sea Lounge, es un restaurante elegante y refinado, ideal tanto  para las cenas románticas como para recepciones, eventos o reuniones de negocios. 

El Restaurante se complementa con un pequeño hotel de gran encanto donde las habitaciones y suites están decoradas con estilo, buen gusto y equipadas con todas las comodidades y unos servicios exclusivos a sumar a las impresionantes vistas que hacen del Hotel el lugar ideal para tener un sueño romántico encantador.

Desde muchas de las habitaciones se aprecia el intenso color verde-azul del mar, otras conducen la vista a las típicas calles de la ciudad vieja entre todas las casas blancas. 

También, el visitante, podrá disfrutar del sol y el encantador paisaje desde la terraza a 25 metros de altura sobre el agua, mientras se tumba en una hamaca con una bebida… y se relaja.