De Madrid al cielo.

El Museo del Prado, la Puerta de Alcalá, el Jardín Botánico, el Real Observatorio… existen hoy por obra y gracia de Carlos III, como el alcantarillado y el alumbrado. Dice que fue en aquel tiempo cuando empezó a decirse aquello de ‘de Madrid, al cielo’ viendo el mundo lo bella que lucía la ciudad. Claro que también se dice que pudo ser una beata María Ana de Jesús -hoy momia incorrupta- la que acuñó la frase; e incluso cabe que sea cierto que el origen de la expresión no sea otro que un entremés de Luis Quiñones de Benavente que decía ‘desde la cuna a Madrid / y desde Madrid al cielo’.

La verdad es que resulta intrascendente, más allá de la curiosidad por el saber y el conocer, cómo y quién afirmó que no hay más sitio que ver que el cielo una vez se ha pisado Madrid, lo realmente importante es que cuando ves Madrid desde arriba y desde el aire, desde la terraza del Hotel Ada Palace, por ejemplo, no puedes más que ser tú quien diga que, de Madrid, al cielo.

Se trata de un espacio ubicado en plena Gran Vía, en el corazón de la ciudad, que abre sus puertas con vocación de afterwork para que veas caer el sol en el cielo de Madrid con el Círculo de Bellas Artes, el Edificio Metrópoli y el de Banco de España como testigos.

El cuidado y la creatividad coctelera son santo y seña de esta terraza en la que Narciso Bermejo sorprende cada noche con sus propuestas y más con su especialidad: los Gin Tonics aderezados con humo… ¿sientes curiosidad por verlos y saborearlos? pásate por el número 2 de Gran Vía… y descúbrelo.