Con la inauguración de Sushi Shin by Miyakawa, el Mandarin Oriental de Tokio se convierte en uno de los mejores hoteles para comer del mundo.

La oferta gastronómica del hotel Mandarin Oriental de Tokio era ya todo un espectáculo antes de la inauguración de su nuevo restaraurante: Sushi Shin by Miyakawa, ahora podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que estamos ante uno de los hoteles más deliciosos del mundo.

Además de contar con un bar –Mandarin Bar– y un pub –Oriental Lounge– el Mandarin Oriental de Tokio contaba con cuatro restaurantes de uso diario de los que mantienen su cocina abierta todo el día y ofrecen una propuesta gastronómica diversa e internacional: Sense Tea Corner -té y respostería chinos-, K’shiki -restaurante italiano-; The Pizza Bar en el piso 38, el mismo en el que está el Sushi Shin by Miyakawa; Ventaglio -cocina mediterránea-.

Y por si tamaño despliegue gastronómico no fuera suficiente, el Mandarin Oriental de Tokio contaba también con cuatro restaurantes de los que ofrecen una experiencia gastronómica inolvidable, es a este grupo exclusivo al que se suma Sushi Shin by Miyakawa: Signature -alta gastronomía francesa-, Sense -cocina cantonesa-, Tapas Molecular Bar y The Cellar -cenas privadas de gastronomía francesa y cantonesa-.

A esta oferta gastonómica tan excepcional se une Miyakawa, un chef con tres Estrellas Michelin que inaugura así su primer restaurante en Tokio, el Sushi Shin by Miyakawa, probablemente el mejor restaurante de Tokio para degustar el verdadero sushi.

Una curiosidad: Miyakawa abrió su primer Sushi Shin en la isla japonesa de Hokkaido y, además de los requisitos relativos a la etiqueta en el vestir -hablamos de un restaurante de lujo- nos advierten que si utilizamos un perfume demasiado intenso se nos puede prohibir la entrada al local porque el halo de nuestro perfume podría desvirtuar la experiencia gastronómica del resto de clientes…

Llegados a este punto y a Tokio, nuestra recomendación es que hagas tu reserva en Sushi Shin by Miyakawa y dejes el delicado asunto de perfumarte para después de cenar.