Bruselas, tranvías y gastronomía.
Menú con estrellas, paseo urbano en tranvía, una cena diferente, recorrer Bruselas ejercitando el paladar...
Olvidar la (desastrosa) actualidad económica. Apartar de la mente las cumbres políticas. Deshacerse de la idea de que aquí sólo hay señores con traje e interminables reuniones ministeriales. Hubo un tiempo en que Bruselas era conocida por su chocolate, por sus gofres, por su comida. Ahora esos pequeños placeres culinarios exigen recuperar el papel protagonista que tan desconsideradamente alguien les arrancó, y se les ha ocurrido una forma muy original de hacerlo.
Durante todo 2012 la capital belga se convierte en Brusselicious, o lo que es lo mismo, doce meses -que arrancan esta misma semana- cargados de la mejor gastronomía que el país de Tintín y Poirot puede ofrecer. Y eso no es todo. A partir de marzo un tranvía de los años 60, totalmente renovado para la ocasión y convertido en un auténtico restaurante móvil, recorrerá la ciudad al tiempo que permitirá a 34 pasajeros degustar cada noche un menú elaborado por uno de los seis chefs que forman parte del programa. Estos artistas de la cocina prestarán sus recetas y reinventarán cada quince días recetas variadas con las que mostrar el amplio abanico que los ingredientes belgas puedan ofrecer, desde lo más tradicional al puro vanguardismo.
Menú con estrellas, paseo urbano en tranvía, una cena diferente, recorrer Bruselas ejercitando el paladar. Todo por 75 euros. Reserva, que el tren abandona la estación y no espera.