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Chicken Shack Boogie. Bill Wyman. Vídeo, letra e información.

Hoy cumple años el hombre que nunca sonríe, Bill Wyman, bajista de los Stones.

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A unos diez kilómetros al sureste de la londinense estación de metro de Charing Cross, en el humilde barrio obrero de Lewisham, el 24 de octubre de 1936 vino al mundo William George Perks, más conocido como Bill Wyman, quien más tarde se convertiría en una de las mayores estrellas del rock gracias a su pertenencia a la banda más satánica de todos los tiempos, The Rolling Stones.

Hijo de un albañil, su infancia estuvo marcada por la pobreza. Aunque tomó lecciones de piano durante algún tiempo, pronto dejó los estudios para ponerse a trabajar. Empezó tocando la guitarra pero la verdad es que no se le daba muy bien y un día, en un concierto, descubrió el sonido del bajo y decidió que aquel iba a ser su instrumento. Se compró uno barato, de fabricación japonesa, al que le quitó los trastes (se le considera el creador del bajo eléctrico fretless –sin trastes-) y en 1961 empezó a tocar con una banda llamada The Cliftons. También se cambió el nombre y empezó a llamarse Lee Wyman, más tarde Bill, en honor de un amigo con el que había hecho la mili.

A finales de 1962, un batería colega suyo, Tony Chapman, le comentó que una nueva banda de rhythm and blues conocida como The Rolling Stones andaba buscando un bajista y Bill Wyman se presentó para una audición. El 7 de diciembre ingresó oficialmente en los Stones, cuyos jovencísimos miembros estaban muy impresionados con su instrumento y su amplificador y, sobre todo, porque era un tipo ya mayor, casado, con empleo fijo y muy serio. Con su nuevo grupo, Bill Wyman alcanzó la cima del éxito y del rock and roll. Una historia apasionante que, gracias al diario que desde niño fue escribiendo, algunas partes las ha desvelado en un par de libros, “Stone Alone”, una autobiografía publicada en 1990, y “Rolling With The Stones”, en donde relata muchas anécdotas y algunos secretos y confesiones de su etapa en la banda, publicado en 2002.

Un tipo muy particular, Bill Wyman, de rostro impávido e inmutable, siempre serio y eficaz en el escenario, un gran músico con innumerables aficiones: ha escrito siete libros, de los que ha vendido más de dos millones de ejemplares; es un buen fotógrafo y ha realizado varias exposiciones en galerías de todo el mundo; creó, construyó y desarrolló su propio bajo; como gran amante de la arqueología, diseñó y comercializó un detector de metales para encontrar tesoros, reliquias y piezas históricas; y además abrió una cadena de establecimientos, los famosos Sticky Fingers Café, locales bautizados así por el título de uno de los discos más emblemáticos de los Stones.

Además, a mediados de la década de los 70, cansado del monopolio que sobre la composición de las canciones ejercían Mick Jagger y Keith Richards en los Rolling, Bill Wyman empezó una carrera en solitario bastante honesta, publicando cinco más que decentes discos con su nombre, uno más bajo la nomenclatura de Willie & The Poor Boys (que está muy bien, por cierto) y desde 1997 se divierte con una especie de big band llamada Bill Wyman´s Rhythm Kings, en donde él toca el bajo y en ocasiones canta y mantiene un discreto segundo plano, el habitual, pero en donde también se le ve disfrutar más que nunca. Incluso hay quien afirma que en una ocasión le vio esbozar una sonrisa. No hay constancia de ello y posiblemente se trate sólo de una leyenda.

El video recoge una actuación de Bill Wyman con su banda post Rolling, los Rhythm Kings interpretando un boogie titulado “Chicken Shack Boogie”, una canción publicada en 1948 por el cantante y pianista tejano Amos Milburn, un músico bastante popular en la década de los 40. Esta trepidante pieza, con gallina incluida, fue su tercer sencillo y con el alcanzó el noveno lugar en la lista de rhythm and blues del Billboard. Milburn fue un adelantado para su época, ya que intuyó el camino que tomaría el blues para convertirse en rock and roll.

Felicidades Bill.

 

Hello cat I just got back
I’m looking for that place they call the Chicken Shack
They say it’s fine as wine
and it’s really all a ball
no windows no doors
it’s just a hole in the wall

Did you say it was located down by the creek
where you can get a whole gob of good things to eat
all good portions of chicken once more is a cinch
you can even get the last part that went over the fence

They say it’s the place where all the bad cats meet
you’d better be mighty careful where you take a seat

There’s a place where the lights coming through the wall
you’d better be mighty careful, let’s have a ball
come on all you fellows and tack a drink fron my pack
cause the party’s ready to start down at the chicken shack.

The Music

Buenas canciones que te sacudan la monotonía. Algunas ya las habrás oído, otras serán nuevas. Ójala que con todas toquemos tu corazón.

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