Un espacio de gastro-hospedería total.

Dicen los estudios que Banyoles es el municipio catalán en el que mejor se vive y uno de los top10 de España. Lo que seguro sabemos con certeza es que es un destino ideal para conocer las cosas buenas de la vida. Por su gastronomía, por su oferta turística (tiene el lago natural más grande del país) y por su capacidad hotelera. Al menos de esto último da buena fe el hotel Ca l’Arpa, miembro de Rusticae, y situado en pleno centro de la localidad.

La historia del hotel es la del matrimonio formado por Montse y Pere, que tras casi una década al frente del restaurante Rebost, trasladaron su proyecto a una casa de principios del siglo XX rehabilitándola y convirtiéndola en un hotel con restaurante referencia en la región. Su situación privilegiada y la tradición de sus gestores lo convierten en una opción inigualable para los bonvivant. La fachada del edificio de 1910, no vislumbra lo que esconde su interior. Las ocho habitaciones del hotel están decoradas bajo líneas milimalistas, sobrias y elegantes, combinando tejidos y madera natural. El mobiliario se completa con diseños de Roche Bobo y televisores integrados de Bang&Olufsen.

La planta baja de la estancia es la dedicada al restaurante, orientado a crear una experiencia gastro-hostelera completa. La cristalera permite estudiar la elaboración de los platos y la sala de catas está en las manos de la propia dueña, Montse Lao, que ejerce de sumiller y recomienda los caldos más selectos para cada menú. Minimalismo en el ambiente, maximalismo a la carta.

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