El pintor olvidado: La serenidad de Georges de la Tour cuelga en el Prado.
El Museo del Prado presenta la más importante exposición celebrada en España sobre Georges de La Tour, el pintor olvidado.
La pequeña villa francesa de Vic-sur-Seille fue la cuna de su arte. Luneville la tumba de su misterio. Un pintor injustamente olvidado por la historia del arte, casi borrado por el tiempo, que el historiador Herman Voss rescató del anonimato hace apenas un siglo. Muchos de sus cuadros se perdieron, otros se quemaron, los pocos que colgaban en los museos fueron atribuidos a artistas como Zurbarán, Caravaggio, Rivera, Velázquez… Lo cierto es que George de la Tour, famoso en su tiempo, por fin recupera el lugar que siempre le correspondió. Y es en el Museo del Prado donde se reúne la muestra más extensa dedicada al pintor francés en Europa.
Poco se conoce de la vida y formación académica de Georges de la Tour, muy cercana a Caravaggio, más aún a la escuela de Utrech; aunque tampoco se sabe a ciencia cierta si viajó a Italia para completar sus estudios artísticos. Lo que sí es seguro es que fue un hombre acomodado y burgués, desabrido y huraño, reconocido profesionalmente. No en vano fue nombrado pintor oficial de Luis XIII, culmen de su carrera. Sin embargo, tanto enigma, tanta sombra, la escasez de información sobre el proceder de su arte, lejos de mermar la intensidad de su lenguaje pictórico, lo hacen extraordinariamente poderoso.
Escenas domesticas de mediano formato; mendigos, campesinos y músicos callejeros protagonizan junto a personajes religiosos el grueso de una obra escasa pero sorprendentemente delicada, casi monocroma, caracterizada por el extraordinario tratamiento de la luz propio del tenebrismo holandés y una composición rigurosa y equilibrada, impregnada de lirismo, serenidad y silencio.
Treinta y un lienzos de Georges de la Tour, entre el total de cuarenta de sus obras identificadas, procedentes de colecciones públicas y privadas, como las del Louvre, el Metropolitan Museum de Nueva York, el Getty Museum de Los Ángeles o el Kimbell Art Museum de Fort Worth (Texas) y otras instituciones francesas, lucen ya en el Museo del Prado junto a dos de las joyas que atesoraba nuestra pinacoteca: San Jerónimo leyendo y Ciego tocando la zanfonía. Una muestra estructurada de manera cronológica que recoge la trayectoria profesional de La Tour, directamente relacionada con los acontecimientos históricos de su tiempo, y que supone una ocasión extraordinaria para descubrir la fascinante obra del pintor olvidado.
+
Georges de La Tour. 1593 – 1652
Museo Nacional del Prado
Fechas: del 23 de febrero al 12 de junio 2016
Comisarios: Andrés Úbeda, jefe de Conservación de Pintura Italiana y Francesa, Museo Nacional del Prado, y Dimitri Salmon, Museo del Louvre.
Más información Museo del PradoGeorges de la Tour