La niña más fuerte del mundo, hoy. Los 70 de Pippi Calzaslargas.

Gamberra. Y mucho. Pero también independiente, generosa, emancipada, divertida y segura de sí misma. ¡Oy! Demasiados atributos “adelantados” para muchas sociedades de los ´60. Incluso para España, que hasta la tuvo censurada durante muchos años. Pero el tiempo pasa y la niña más fuerte del mundo, Pippi Calzaslargas, cumple 70 años.

Conociendo un poco la historia de su autora Astrid Lindgren, no es difícil pensar que sus creaciones no podían contener la historia de una “princesita”,  a lo Disney. Astrid fue madre soltera a los 18 años, alrededor de 1924. Y por muy sueca que fuera la sociedad, eso era una realidad incómoda. También tuvo que dejar a su bebé en una familia de acogida durante tres años, Era tenaz y la vida la hacía más fuerte. Trabajó y estudió y se casó con su jefe, muchos años después.

En el ´34 nació su hija Karin quien, siete años más tarde, cayó enferma con una neumonía que la mantuvo en cama durante meses. Y en esas conversaciones madre-hija, la peque le pidió que le contara un cuento…. algo así como de alguien con nombre estrafalario. La creatividad de Astrid enseguida cogió la idea y comenzó a contarle las aventuras de una niña fuerte y decidida, Pippilotta Viktualia Rullgardina Krusmynta Efraimsdotter Långstrump, su nombre verdadero.

Esas historias inventadas crearon un vínculo muy especial, así que Astrid las recopiló en un manuscrito que le regaló a su hija para sus 10 años. De ahí a golpear las puertas de las editoriales no hubo nada.

Finalmente consiguió su espacio en las librerías y la historia, rápidamente, se convirtió en éxito por lo diferente y divertida.

En menos de 20 años, ya la habían llevado al cine y adaptado de tantas maneras que Astrid decidió escribir, ella misma, los capítulos para la serie de televisión, que se emitió en TVE allá por el ´74.

Toda una generación de peques creciendo con los 13 capítulos de Pippi. Sí, sólo 13 y algún remix más que se hizo a partir de una de las películas, lograron alcanzar los 21 episodios. Un número que parece escaso comparado con el impacto que ha tenido la historia.

Astrid continuó cosechando algunos grandes títulos infantiles y si bien ninguno logró el éxito de esta gamberra de trenzas rojas al viento, sí han quedado en la memoria.

Tanto, que en Suecia hay reproducciones de la Villa Kutenburt (Villa Villekulla) y hasta cuenta con el Parque-Museo Junibacken en Estocolmo. Una visita imprescindible para hacer con los peques (y también llevarlos es una gran excusa para ir de mayores).

Junibacken está en isla de Djurgården (la isla de parques y museos) y no sólo está dedicado a Pippi Calzaslargas, también incluye a otros grandes personajes de la literatura infantil sueca.

Entrar allí es transportarse a la infancia, a las historias que veíamos en la tele o que hemos leído y que, de alguna manera, nos han marcado tanto.

El recorrido comienza en la Plaza Storybook, un mundo de cuentos para encontrarse con muchos personajes conocidos. Una vez que los peques ya jugaron con el oso gigante y los diferentes edificios, pasamos a la galería de Junibaken.

Es un tren que nos llevará por diferentes partes de cuentos mientras una audioguía nos va contando la historia de esos personajes (el audio está disponible en español). El viaje termina en la reproducción de la la Villa Villekulla donde se recrea el mundo de Pippi. Allí podemos montarnos en su caballo de lunares, nos podremos lanzar desde los toboganes y hasta volvernos muy gamberros en la cocina… ¿Te animarías a hacer tortitas y dejarlas pegadas en el techo como hacia Pippi?

La ambientación de todo Junibacken es perfecta para sentirnos en el mundo de los cuentos.

Podemos aprovechar la visita el fin de semana del 6 y 7 de junio porque estará la gran fiesta infantil, Barnkulturfestival,  donde habrá todo tipo de actividades, talleres, pintacaras, juegos, grupos de música, espacio para cuentacuentos y más.

Puedes llegar a Estocolmo con Iberia Express que, desde 71€ por trayecto, te lleva a la capital de Suecia con sus 7 vuelos semanales.

Tal vez la niña más fuerte del mundo tenga 70 años, pero sigue tan independiente, gamberra y divertida como cuando tú te pasabas horas leyendo sus historias o reviviéndolas en la serie.

Tal vez sea hora de hojear nuevamente esos libros y recordar qué soñábamos cuando queríamos tener la maleta llena de billetes, cuando no existían reglas más que las que uno se imponía y cuando dejar volar la imaginación molaba tanto.