Seis restaurantes para Cupido en Madrid.
Y para tí y para ella y para él, y para ambos.
No lo puedes dejar, es el día, y te puedes plantear una cena romántica en casa y trabajar tú, pero nada como poder disfrutar el uno del otro mientras los que saben del arte de la cocina preparan los platos más exquisitos para que vosotros sólo os dejéis llevar por los sabores hasta los placeres.
Y los hay para todos los gustos, desde las tapas más espectaculares a los platos más exóticos. Así que ¿cuál elegir para este momento entre todos? Pues nosotros, que nos hemos visto y degustado unos pocos, os hemos hecho esta selección de diferentes lugares en los que a buen seguro el Día de San Valentín, sea cuando sea vuestro San Valentín, tenéis garantizado que al menos cada bocado os llevará a otro mucho mejor. Desde la boca, porque si estás buscando restaurantes decorados para San Valentín, pues mira, igual no es ninguno de estos, aunque todos y cada uno de ellos son singulares y originales, porque seguro que tú, como nosotros, tendrás el buen gusto de elegir alejándote de los restaurantes temáticos del amor.
Vosotros disfrutad del paladar… y ya nos contaréis.
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Ana La Santa.
Acogedor, singular y lleno de encanto, así es el nuevo restaurante de la madrileña Plaza de Santa Ana. Marta Combarros Cerca de la Plaza Mayor y al lado de la Puerta del Sol, se encuentra la hermosa Plaza de Santa Ana. Prácticamente toda su superficie estuvo ocupada por el Convento de Santa Ana hasta que, en 1810, José Bonaparte I decidió demolerlo. Hoy, es uno de los símbolos del barrio de las letras, acoge el Teatro Español, está custodiada por las estatuas de Calderón de la Barca y Federico García Lorca y presidida por el Hotel ME Madrid Reina Victoria... más información → - 36
Una joya oriental en La Moraleja.
Inari. Japonés para exigentes. Andrés Galisteo Japonés para exigentes. No es asunto de cursos de idiomas si no de gastronomía, y cuando de cocina nipona se trata, Inari es todo un referente. Después de siete años en General Pardiñas, en Madrid, Nacho Fernández ha dado el salto a La Moraleja y ha levantado un elegante templo a la buena materia prima hecha al momento con pinceladas de sabores de aquí y de allá... más información → - 46
Lio Lio: Vodevil gastronómico.
Tapear, comer, tomar copas e ir de compras. En Lio Lio todo es posible. Andrés Galisteo Entre Pozuelo y Majadahonda, en Madrid, se está armando revuelo. El causante de todo es Lio Lio, un nuevo concepto gastronómico y de ocio, continente de muchísimas sorpresas. Es un lugar único por su ecléctica decoración, por lo variado de su carta y su apretada agenda social... más información → - 56
El hotel y el bistró.
Una sorpresa estética y culinaria que responde al nombre de Nimú. Mar de Alvear El Adler, en Madrid, reestrena su restaurante. A modo de pequeño rincón en el que el producto habla por sí mismo. Cuando abrió sus puertas el hotel Adler, en la madrileña calle Goya, el diseñador elegido para ponerlo bonito fue Pascua Ortega... más información → - 66
Entre tapas y brasas.
En la barra, la terraza, la sala o el reservado... acomódate y degusta. Estás en el Restaurante Álbora. Berta Rivera Tenemos el gusto hecho, incluso acomodado ya, a las cocinas de otros lugares pero, de un modo u otro, al cabo de los días de comer o cenar fuera, siempre acaba por salir a colación nuestra deliciosa dieta mediterránea o los sólidos platos del norte; y ahí nos vamos, a la diversidad y riqueza de la gastronomía patria sin salir de Madrid. El lugar es inmejorable -Restaurante Álbora- y lo es tanto por sus espacios -barra, terraza climatizada y sala en dos ambientes además de un reservado- como por quien los dirige -Jorge Dávila, profesional de reconocido y contrastado prestigio, al que acompañan David García como jefe de cocina y José María Marrón como jefe de sala y sumiller-. La diversidad en los platos se mueve al ritmo de sus espacios: a mediodía, en la terraza y la barra, entre tapas y brasas anda el juego: terrina de jamón hecha en casa, croqueta de jamón y espárragos blancos de Mendabia asados para abrir boca; huevo de caserío asado con crema de patata, habitas enanas salteadas y jamón o bien canelón crujiente de morcilla con crema de melocotón y brotes frescos para empezar; plato fuerte de carne o pescado, pluma 'Joselito' asada al carbón con pimientos confitados de la Catedral de Navarra o chipirones encebollados; un menú así acaba siempre en dulce, ya sea por la torrija caramelizada en leche fresca y helado de plátano, la tarta de queso o el arrón con leche... más información →