Sabor a exclusividad ‘chic’.

¿Qué es exclusivo? ¿Qué es el lujo? Diseño, atención personalizada,… Muchos elementos que se conjugan de forma singular para dar vida a lugares como el Castillo de Gorraiz Golf & Spa. Porque si de diseño se trata, este hotel spa miembro de Rusticae es una sorprendente combinación de estilos en un palacio del siglo XVI que fue restaurado de la mano de la cuarta generación de una familia dedicada a la hostelería, los hermanos Díez de Ulgurrun Goñi. En su interior, las estancias están llenas de personalidad gracias al terciopelo de las cortinas, las obras de arte, la piedra y la madera. Dicen que sus habitaciones cuentan con almohadas de plumón que dan sensación de dormir entre las nubes, pero las verdaderas sensaciones están en el SPA, un centro de relajación inconfundible al que se accede por una entrada presidida por un espejo veneciano hecho a mano.

Una vez dentro, las lámparas de araña de cristal de bohemia gobiernan la zona de aguas y elevan la vista hacia el cielo. Cuando la bajamos, podremos disfrutar de las vistas al jardín de madroños y naranjos, unos íntimos acompañantes durante nuestra estancia en el circuito. Y todos los circuitos tienen un incomparable colofón: fruta cortada e infusiones en el Samovar. Todo ha sido inspirado en los antiguos palacios romanos y sus baños termales para crear lo que ellos llaman ‘templo del bienestar’.

La zona de aguas está compuesta por piscina relajante, piscina revitalizante, sauna, baño de vapor, fuente de hielo, duchas de contrastes, tepidarium y ducha kneipp. Pero si de exclusividad se trata, Castillo de Gorraiz cuenta con una sala VIP para ser disfrutada especialmente en pareja, con acceso privado a la zona de aguas, bañera doble, hidromasaje, cromoterapia y masaje acústico y sanarium privado. Una experiencia inolvidable que se disfruta con champagne, fruta fresca y delicias de chocolate. Mmmm….

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