Un palacio en Marrakech.

Namaskar es el equivalente formal de Namaste, un saludo originario del sur de la India que es un hola y un adiós, un gracias, una muestra de respeto e incluso de admiración y veneración cuando se acompaña con una sutil aunque notoria inclinación de cabeza…

Y así, con un saludo formal, educado y sentido, nos reciben en el Palais Namaskar de Marrakech… también así nos despiden, con la seguridad de que volveremos porque a un hotel de este porte en un destino tan de ensueño no puede irse tan solo una vez.

Este otoño, además, el palacio se envuelve en las tradiciones asiáticas más allá de su propio nombre y pone en marcha el ‘Yuzu mood’, una recreación del mimo oriental a los sentidos -que girará especialmente entorno al gusto y los aromas de los deliciosos platos servidos en restaurantes pop up thai y japonenes, y el tacto del wellness oriental-. Nos regalan así un despertar de los sentidos que se convierte en nuestro primer paso hacia el estado zen.

Palais Namaskar es un complejo integrado en la naturaleza, con vistas al palmeral, las montañas y algún lago, un entorno delicioso para un alojamiento incomparable, un cinco estrellas con 41 habitaciones, suites, villas y palacios para que puedas elegir hasta donde darte un capricho excepcional; terrazas, piscinas privadas, jacuzzis… decoración fen shui con pinceladas de una modernidad que acaricia la vanguardia, un lugar en el que sentirte, sin lugar a dudas, como un rey, con sus 5 restaurantes en los que darte el gusto, además del placer del servicio de habitaciones, y múltiples opciones para llenar tus días de bienestar -en la zona de wellness y spa- y de aventura descubriendo la tierra de las especias y el desierto.

Déjate llevar por el saludo del Namaskar…