Un masaje en el Spa del Opio.

Considerado uno de los mejores balnearios spa urbanos del mundo, el Spa del Opio se ha convertido en punto de paso obligado para todo aquel que visite Tailandia y quiera descubrir terapias que, además de la piel, cuidan el espíritu desde una visión holística y global. Situado dentro de las instalaciones del Hotel The Siam, en él se ofrecen reputadas técnicas de relajación natural y tratamientos cosméticos de vanguardia en los que los aceites esenciales tienen mucho que decir.

De su gestión se encarga la firma Sodashi, experta en todo tipo de terapias y rituales de belleza para no sólo regenerar la piel, sino también el karma con el que se entra en el balneario. El objetivo que se han marcado es que cada cliente salga de allí en una nube de relajación y felicidad, descansado y en paz.

Así, es posible elegir entre tratamientos de masaje faciales o corporales, o un programa de un día de duración en el que se mima cada zona del cuerpo, con visita a su hammam y a sus diferentes jacuzzis. Además, cuenta con entrenadores personales para complementar el cuidado con gimnasia y yoga (en el exterior del complejo o dentro del mismo).

Abierto 12 horas al día, sólo se utilizan productos Sodashi, es decir, 100% naturales, libres de químicos artificiales y de efectividad contrastada. Formulados en Australia, se elaboran con extractos de plantas y aceites esenciales. Nuestro tratamiento preferido: el Thermal Infusing Facial, un auténtico ‘chute’ de vitaminas y minerales a nuestro rostro que limpia, regenera y aporta una hidratación y un tono únicos y radiantes.

Y todo ello, a orillas del Chao Phraya. ¿Alguien da más?